La adaptación del producto es un proceso empresarial esencial en el que una empresa altera o "adapta" un producto existente. La adaptación del producto puede ser una manera de mantenerse competitivo en un mercado nacional en evolución, o una forma de vender productos en el extranjero que no sean atractivos para los consumidores extranjeros sin cambios grandes o pequeños.
Estándar de vida
Es probable que los mercados extranjeros presenten un nivel de vida diferente al que se encuentra en la región donde se vendió un producto por primera vez. Esto puede significar la necesidad de bajar el precio o la oportunidad de subirlo. Adaptar un producto para utilizar diferentes materiales y cumplir diferentes estándares de calidad es una de las formas en que la adaptación del producto satisface las necesidades de los nuevos mercados.
Las regulaciones
La venta de productos en el extranjero puede ser un factor esencial en la adaptación del producto cuando las regulaciones gubernamentales o de la industria requieren que los productos cumplan con ciertos estándares. Este es el caso de muchos automóviles extranjeros, que deben someterse a una adaptación importante del producto para cumplir con las estrictas normas de seguridad y emisiones de los Estados Unidos antes de ser vendidos en los Estados Unidos. Los fabricantes también necesitan adaptar los equipos electrónicos para cumplir con los requisitos de voltaje de los nuevos mercados.
Condiciones de uso
Las condiciones de uso del producto pueden afectar la adaptación del producto de varias maneras. El clima, la altitud y la distancia de un nuevo mercado pueden requerir que los fabricantes desarrollen nuevas soluciones que permitan que un producto funcione según lo previsto, o un nuevo empaque que permita que el producto llegue a su destino en buenas condiciones.
Las tendencias de almacenamiento y ventas en un nuevo mercado también pueden requerir la adaptación del producto, ya que los fabricantes proporcionan nuevas versiones de un producto que se pueden apilar, colgar o exhibir de acuerdo con las convenciones regionales. Los contenedores de alimentos son un buen ejemplo de esto, ya que los fabricantes deben proporcionar botellas y cajas que se ajusten a los refrigeradores y gabinetes de los consumidores en un nuevo mercado.
Condición cultural y estilo
A veces, un producto solo necesita una adaptación superficial para adaptarse a un nuevo mercado. Las diferentes culturas asignan un significado a los colores, las palabras y los números de manera muy diferente, por ejemplo. Esto puede significar que un fabricante tendrá más éxito al cambiar el nombre o el color de un producto mientras no modifica sus componentes funcionales. Es posible que los fabricantes también deban cambiar el nombre de un producto para evitar confusiones en la traducción a un nuevo idioma o para evitar usar un nombre con derechos de autor o asociado con un producto diferente en el nuevo mercado.