Los costos de desarrollo incurridos en el desarrollo de software ayudan en la producción de ingresos en múltiples períodos de tiempo. Como resultado, los costos de desarrollo de software se registran como un activo en un proceso denominado gasto capitalizado. Los gastos capitalizados están sujetos a amortización, un proceso en el cual sus valores se amortizan a lo largo del tiempo para reflejar su uso en la producción de ingresos.
Principio de congruencia
En la contabilidad de base devengada, el principio de contrapartida requiere que los contadores registren los costos en el mismo período de tiempo que los ingresos que su ocurrencia ayudó a producir. Esto se hace para evitar distorsiones donde los enormes ingresos o gastos se registran en periodos únicos cuando el proceso de obtenerlos o incurrir en ellos se produjo en múltiples periodos. Tanto la depreciación como la amortización se realizan para cumplir con el principio de contrapartida.
Amortización
La amortización es similar al proceso de depreciación, aunque la amortización es aplicable solo a activos intangibles sin existencia material. Tanto la depreciación como la amortización están destinadas a distribuir los costos en varios períodos de tiempo para reflejar mejor su ocurrencia en el tiempo, en lugar de hacerlo en un solo punto en el tiempo.
Gastos capitalizados
Los costos de desarrollo de software se pueden registrar como gastos capitalizados, que son gastos que se han convertido en activos. Los gastos se capitalizan si su ocurrencia ayuda a generar ingresos en más del período en que se incurren. Por ejemplo, dado que el software desarrollado para la venta se venderá en más períodos que aquellos en los que se incurrió en costos de desarrollo, dichos costos deberían capitalizarse y amortizarse en esos períodos posteriores para reflejar mejor la realidad.
Amortización de software desarrollado
La amortización de los costos de desarrollo de software capitalizados se realiza de manera muy similar a la depreciación. Primero, el monto a amortizar es el valor total del activo menos su valor residual estimado, que en este caso no puede ser ninguno. El gasto de amortización para cada período es el monto a amortizar dividido entre la cantidad de períodos en los que los gastos capitalizados continuarán siendo de utilidad.