La disminución de los suministros de petróleo ha iniciado la búsqueda de fuentes de energía alternativas adecuadas. La investigación sobre el uso de recursos naturales renovables ha dado lugar a una serie de actores potenciales, entre los que se incluyen las opciones de viento, solar, algas y cultivos de campo. Si bien estos recursos naturales ofrecen una alternativa limpia y renovable a los combustibles fósiles y prometen una menor dependencia de los suministros de petróleo extranjeros, no están exentos de inconvenientes.
Viento
Una fuente de alimentación inconsistente es uno de los mayores inconvenientes de la utilización de aerogeneradores para generar electricidad. Algunas áreas del país producen vientos que son demasiado fuertes para la producción eficiente de energía, mientras que otras regiones no producen suficiente viento. En áreas donde las condiciones son óptimas, los vientos siguen siendo desiguales y el suministro de energía a la red eléctrica es irregular. El costo también es un factor, no solo en la inversión inicial requerida para los aerogeneradores, sino también en el precio elevado para trasladar la energía de los parques eólicos, que tienden a estar ubicados lejos de las áreas metropolitanas, a los sitios de distribución de energía. También existe la preocupación de que las granjas de aerogeneradores, especialmente las grandes, pueden perturbar a las aves migratorias y servir como una fuente de contaminación acústica para quienes viven y trabajan cerca.
Solar
La principal desventaja de la energía solar es el costo, particularmente en la fase de puesta en marcha. Las fuentes de combustibles fósiles siguen siendo mucho menos costosas que la infraestructura necesaria para capturar la energía del sol. Otra razón por la que la energía solar puede ser un desafío es que los paneles solares requieren una gran cantidad de espacio. Esto puede ser particularmente problemático en áreas urbanas. Además, los paneles solares pueden volverse menos eficientes debido a la contaminación del aire e incluso a la cubierta de nubes, aunque los esfuerzos de investigación continúan buscando formas de disminuir estos efectos.
Cultivos de grano
Los cultivos que tradicionalmente se cultivan para obtener granos, como el maíz, se han hecho en etanol y otros biocombustibles para reducir parte de la dependencia del país de los combustibles fósiles. Pero canalizar los cultivos agrícolas lejos de la alimentación del ganado y la producción de alimentos hacia la energía ha tenido un costo. La industria del etanol ha sido criticada por la cantidad de energía utilizada para cultivar y producir etanol. El etanol también es difícil y costoso de transportar, ya que no fluye bien. Existe la preocupación de que el desplazamiento de los cultivos agrícolas ha aumentado los costos de alimentación para los productores de ganado y aves de corral, un efecto que eventualmente se siente en el pasillo de la tienda de comestibles.
Algas
Las algas son extremadamente atractivas como recurso natural para la producción de biocombustibles debido a su tremenda eficiencia en la conversión de la luz solar en un biocombustible utilizable, hasta 30 veces más energía por acre que los cultivos terrestres. Pero la producción de algas a gran escala no está exenta de obstáculos. Según el Departamento de Energía de los Estados Unidos, el mayor inconveniente de las algas para la producción comercial es el costo extremo de la recolección de las algas y la eliminación del agua. El proceso es muy intensivo en energía. La investigación y el desarrollo para ampliar la producción al tamaño necesario para competir con los productos derivados del petróleo en el precio es probablemente una década o más en el futuro.