El cuadro de mando integral es una herramienta de gestión utilizada para evaluar una organización. En lugar de evaluar la organización en un solo criterio, el cuadro de mando integral mide las características múltiples de la organización. Con un cuadro de mando integral, estas características diferentes se miden con el mismo peso, por lo que una empresa solo se considera exitosa si tiene éxito con todas las funciones. Aunque puede agregar funciones adicionales a su propio cuadro de mando integral para adaptarse a las necesidades de su organización, hay cuatro características que todo buen cuadro de mando integral debería medir.
Evaluacion financiera
La evaluación financiera es la más tradicional de las características del cuadro de mando integral. Ningún ejecutivo estará interesado en un cuadro de mando integral si no incluye esta característica porque trata con las ganancias, que son fundamentales para el objetivo de crear valor para los accionistas. Idealmente, esta característica debe considerarse igual a las otras (como es el punto de un cuadro de mando integral), pero a menudo se le da mayor énfasis que las otras características. Esta característica incluye medidas tales como rendimiento de capital, rendimiento de activos y márgenes de beneficio.
Medición de la percepción del cliente
La medición de la percepción del cliente le permite comprender su organización tal como la perciben sus clientes, sin la cual no puede existir. Es una característica menos sencilla que la evaluación financiera porque no tiene los mismos indicadores de rendimiento estáticos. La percepción del cliente de una organización generalmente se evalúa a través de encuestas que preguntan a los clientes si les gusta una compañía, si se identifican con una compañía y si asocian a la compañía con valor.
Identificación de procesos internos de negocio
Para prosperar, una empresa debe comprender sus competencias básicas. Un cuadro de mando integral identifica los procesos internos del negocio. Esto implica comprender qué procesos son más importantes para una organización para tener éxito y evaluar qué tan bien los realiza la empresa. El objetivo de esta función es medir la eficiencia de las operaciones más importantes de una empresa. Ejemplos de procesos incluyen marketing, fabricación y distribución.
Aprendizaje y crecimiento
Las empresas deben desarrollarse constantemente y avanzar o arriesgarse a volverse obsoletas. Por lo tanto, el aprendizaje y el crecimiento se incluyen en un cuadro de mando integral. Esta es una medida de qué tan bien una empresa puede desarrollar nuevos conocimientos y procesos, y qué tan bien puede traducir esto en crecimiento y desarrollo para la empresa. Cuanto más dinámica sea una empresa, mejor será la puntuación según esta característica del cuadro de mando integral.
