Las unidades de mantenimiento de existencias, o SKU, y los códigos universales de productos, o UPC, son métodos numéricos de seguimiento de productos. Sin embargo, las similitudes no van mucho más allá de eso. Las empresas utilizan SKU para realizar un seguimiento de su inventario, mientras que las UPC se utilizan para realizar un seguimiento de un producto en varios puntos de la cadena de suministro.
SKUs
Los SKU son números únicos que identifican un producto. Son utilizados por compañías que fabrican o venden productos y, a menudo, difieren de una compañía a otra. Por ejemplo, un fabricante, un mayorista y un minorista pueden crear sus propios SKU para el mismo producto. Los números pueden diferir en longitud y pueden incluir letras y símbolos. Las empresas utilizan SKU principalmente para fines internos para rastrear el inventario, aunque los clientes pueden encontrar información sobre muchos productos utilizando el número de SKU. El SKU de un producto puede consistir en una serie de números y letras que designan el origen, la fecha de compra, la fecha de vencimiento, el costo y otra información del producto.
UPCs
Los UPC también son números utilizados para identificar productos. Sin embargo, a diferencia de los SKU, son números estándar de 12 dígitos que están acompañados por un código de barras. Dentro de sus números, las UPC identifican tanto al fabricante como al proveedor que vende el producto, entre otros datos. Un fabricante generalmente proporciona el número UPC y el código de barras para un producto determinado; este número a menudo permanece igual entre varios puntos de venta, a diferencia del SKU. Las UPC contienen una gran cantidad de información sobre los productos que se pueden recuperar al escanear el código de barras. Los minoristas a menudo programan la información de la UPC en sus sistemas de punto de venta, lo que les permite escanear los códigos de barras al momento de pagar para que coincidan con el precio del artículo en su base de datos de inventario.
