Una firma falsificada expone a la víctima a circunstancias indeseables. En el caso de una firma falsificada en un cheque, por ejemplo, la persona que sin saberlo intenta cobrarla está sujeta a comisiones bancarias, multas y la posibilidad de que el banco suspenda la cuenta. Afortunadamente, con un examen detallado, es posible determinar la autenticidad de una firma.
Compare un documento que contenga una firma original con uno que contenga la firma sospechosa, si es posible, y tome nota de su impresión inicial. Por lo general, algo acerca de una firma falsificada parecerá extraño.
Medir la longitud de ambas firmas. Bankersonline.com dice que la firma de una persona siempre tiene la misma longitud, incluso si la escritura a mano cambia. Una firma falsificada puede ser más larga o más corta que la original.
Busque pequeños descansos en la firma sospechosa. Según bankersonline.com, los falsificadores de firmas hacen una pausa durante el proceso de copiar la firma para examinar la copia original. Cuando hacen esto, pueden levantar la pluma del papel. Esto causa espacios entre las letras que son un poco más grandes de lo habitual. El primer trazo de la siguiente letra será más pesado.
Compruebe si hay manchas de tinta. Mientras hace una pausa para examinar la firma original, el falsificador puede presionar el papel sin querer. Esto formará pequeños puntos en la firma si está usando un bolígrafo.
Busque líneas temblorosas en la firma. Bankersonline.com se refiere a estos como "temblores criminales". Esto ocurre cuando el falsificador sujeta la pluma con fuerza debido a la concentración intensa.
Consejos
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Según el Departamento del Tesoro de EE. UU., Los bancos procesan los cheques con las máquinas para que no puedan examinarlos manualmente para determinar la autenticidad de las firmas. Es responsabilidad del cliente asegurarse de que un cheque sea genuino.