La diferencia entre los tipos de cambio fijos y flotantes

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Anonim

La principal diferencia entre un tipo de cambio fijo y flotante es el factor subyacente que afecta el valor de una moneda. Un tipo de cambio fijo es aquel en el que una moneda se mantiene al valor de una mercancía u otra moneda. Un tipo de cambio flotante es aquel en el que se permite que el valor de una moneda flote en función de la oferta y la demanda de los productos y servicios negociados.

Bases históricas de los tipos de cambio

Antes de 1971, la mayoría de las monedas eran fijas. El dólar estadounidense se mantuvo en el patrón oro. La intención era fijar el valor del dólar en algo que tuviera un valor real, como el oro. Los tipos de cambio fijos proporcionaron un ancla monetaria y redujeron el riesgo de las transacciones internacionales. Esto evitó que el valor de una de las monedas fluctuara entre el momento en que se acordó la transacción y el momento en que se realizó la transacción. Hoy en día, la mayoría de las monedas se basan en el tipo de cambio flotante.

Tipo de cambio fijo: fortalezas y debilidades

Un tipo de cambio fijo puede ser beneficioso para algunos países. Disminuye la tasa de inflación y reduce el riesgo en las transacciones internacionales. Además, los países en desarrollo con una valoración de moneda frágil no están sujetos a tipos de cambio volátiles que podrían arruinar una economía delicada. Sin embargo, la actividad económica depende del tipo de cambio. Esto significa que la actividad económica se mantiene al valor de su moneda, y por lo tanto hay menos incentivo para que la innovación en una sociedad de tipo de cambio fijo agregue valor al ofrecer productos y servicios para hacer crecer la economía.

Tasa de cambio flotante: fortalezas y debilidades

Es un consenso general entre los economistas de los países desarrollados que las principales monedas, incluido el dólar, el euro y el yen, deberían basarse en un tipo de cambio flotante. Según el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, estas tres monedas representan el 42 por ciento de las actividades económicas mundiales. Debido a que representan casi la mitad de toda la actividad global, no están sujetos a la volatilidad de las monedas de economías más pequeñas. Por lo tanto, las economías más grandes soportan la variabilidad del riesgo de las transacciones internacionales. Estas economías crecen a una tasa determinada por la oferta y la demanda de bienes y servicios. Por lo tanto, este crecimiento se filtra y se traduce en un crecimiento económico para los países más pequeños.

Cuándo adoptar el tipo de cambio flotante

La adopción de un tipo de cambio flexible requiere una economía robusta con controles y saldos que eviten la corrupción fiscal. Deben existir políticas fiscales y monetarias sólidas, gobernadas por un banco central que controle la inflación y el desempleo. Se pueden tomar medidas para regular estos factores de producción, de modo que cuando hay una presión a la baja en la moneda, las fuerzas externas, como las tasas de interés, la compra y venta de valores gubernamentales y las regulaciones bancarias, pueden absorber algunos de los efectos de una Moneda devaluada en el corto plazo.