Cuando una empresa cierra su negocio, existe un conjunto de procesos legales por los cuales la compañía normalmente pasará, incluida la liquidación de activos y la distribución de los ingresos a los acreedores y propietarios. Todo este proceso se conoce como disolución. Por lo tanto, la principal diferencia entre la liquidación y la disolución es que la liquidación es parte del proceso general de disolución.
Disolución
La disolución es un concepto legal que se refiere a la muerte formal de la empresa. Una vez que una compañía completa el proceso de disolución, ya no es una entidad legal formal. Una compañía puede ser disuelta voluntariamente por sus dueños o involuntariamente por el secretario de estado en el estado en el que está registrada por no pagar impuestos. Además, los acreedores pueden solicitar a un tribunal que obligue a una compañía a disolverse.
Liquidación
Cuando una empresa deja de operar, primero debe terminar sus actividades comerciales. Pocas empresas pueden simplemente cerrar sus puertas en el instante en que deciden cerrar su negocio. En su lugar, es posible que tengan que administrar los compromisos a largo plazo con los propietarios de las propiedades que están arrendando, la nómina de los empleados, los contratos a largo plazo y los compromisos de ventas.
Liquidación
Una vez que se acaban las actividades de la empresa, puede comenzar a liquidar sus activos. Los activos que normalmente requieren liquidación son inventario, materias primas, equipos, plantas y edificios. Para obtener el valor total de todos sus activos, es posible que una empresa deba dedicar mucho tiempo a buscar a los compradores adecuados. Debido a que la razón para salir del negocio es a menudo una incapacidad para cubrir los costos en primer lugar, las empresas pueden optar por no gastar el tiempo y los recursos necesarios para obtener el valor total de sus activos y terminarán liquidándolos con un descuento significativo.
Liquidación Sin Disolución
La liquidación de una empresa no requiere una disolución formal. Una empresa puede pasar por todo el proceso de cesar las operaciones comerciales, vender sus activos y pagar a los acreedores sin disolverse formalmente. Una empresa puede hacer esto si desea mantener la identidad legal de una empresa para su uso en otra empresa. Por ejemplo, la empresa puede tener un nombre con un fuerte reconocimiento de marca que desea preservar o simplemente puede reutilizar la estructura legal actual entre los propietarios para una nueva empresa.
