La presupuestación privada se refiere a las prácticas y principios que las empresas del sector privado emplean para crear presupuestos y asignar recursos. Si bien los presupuestos del sector privado están sujetos a las mismas consideraciones que los presupuestos emitidos por entidades públicas como las agencias gubernamentales, los procesos de toma de decisiones y la transparencia de los presupuestos del sector privado son diferentes.
Presupuestos privados
El proceso de toma de decisiones para presupuestos privados por lo general está bajo la autoridad de un grupo de personas comparativamente pequeño, como los CEOs, los CFOs y un panel de presupuesto. Cada departamento o unidad presenta una propuesta de presupuesto que detalla las necesidades y deseos financieros esperados. La decisión final para los presupuestos en el sector privado se deriva típicamente de una perspectiva financiera pura. Un departamento que muestra rendimientos de la inversión pobres o decrecientes puede esperar ver recortes presupuestarios, mientras que los departamentos rentables a menudo obtienen la mayoría o la totalidad de sus presupuestos solicitados. En contraste, los presupuestos públicos representan una especie de tira y afloja entre cientos o miles de personas. Cada persona aboga por su circunscripción o agencia, que a menudo resulta en presupuestos de compromiso motivados políticamente en lugar de presupuestos basados en el desempeño financiero.
Transparencia
Los presupuestos del sector privado gozan de un bajo nivel de transparencia. Aunque las empresas que cotizan en bolsa deben divulgar cierta información financiera a la Comisión de Bolsa y Valores y a los accionistas, como los balances, los estados de resultados y los diagramas de flujo de efectivo, no necesitan proporcionar un presupuesto detallado. Las compañías privadas enfrentan aún menos escrutinio y, a menudo, retienen toda la información financiera del público. Los presupuestos públicos se ponen a disposición de todos, con ciertas concesiones a la seguridad nacional.
