Los gastos son una parte necesaria de la operación de cualquier negocio y controlar los gastos es fundamental para que su negocio sea rentable. Para administrar su negocio con éxito, debe reconocer que no todos los gastos son iguales. Los gastos variables son los "buenos" gastos, ya que solo aumentan a medida que aumentan sus ventas y su actividad de producción.
Consejos
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Los costos variables aumentan o disminuyen de acuerdo con su volumen de producción. Si su negocio aumenta la cantidad de artículos que está vendiendo, también aumentará el costo de sus materias primas, envío y embalaje.
Gastos y ejemplos variables
Los gastos variables coinciden directamente con el volumen de producción y las ventas. Por ejemplo, si vende ropa de mujer en línea, hay costos de empaque, costos de envío y cargos de tarjeta de crédito asociados con cada transacción. Si vende un producto de $ 10,000, estos gastos pueden llegar a $ 1,000. Si triplicas tus ventas a $ 30,000, tus gastos de transacción aumentan a $ 3,000. El aumento de los gastos variables suele ser una buena señal porque significa que está vendiendo más productos.
En un entorno de producción, sus materias primas son el costo más variable de todos. A medida que la producción aumenta para satisfacer la demanda, necesitará más materias primas para fabricar más productos. Un mayor uso de maquinaria también aumenta los costos de aceite, mantenimiento y reparaciones. Otros gastos variables típicos de muchas empresas incluyen empaque, envío, combustible para vehículos, comisiones de ventas, bonos de desempeño para empleados, facturas telefónicas, suministros de oficina, cargos de entrega, costos de mercadeo y cargos de tarjetas de crédito. Si paga a los empleados según sea necesario o por la mano de obra que se paga a los trabajadores por cada unidad completada, estos gastos también serán un gasto variable.
Diferencia entre gastos fijos y variables
En la mayoría de las empresas, la mayor parte de todos los gastos son gastos fijos. Esta es la sobrecarga que debe pagar para mantener su negocio en funcionamiento, independientemente de su volumen de ventas. El alquiler, el pago de hipotecas, los salarios, los pagos de seguros, los reembolsos de préstamos y los servicios públicos son ejemplos de gastos fijos. Estos costos son mucho más difíciles de reducir que los gastos variables. Para reducir el alquiler, por ejemplo, tendría que mudarse a locales más pequeños o compartir su espacio de oficina. Es más probable que estos gastos causen problemas financieros a su empresa cuando son demasiado altos.
Controlando los Gastos Variables
Los gastos variables son impulsados por la actividad y por lo general son un factor positivo para su negocio. Sin embargo, todavía es posible que un gasto variable sea mayor de lo necesario. Por ejemplo, es posible que tenga una alta tasa de devoluciones de productos que aumenten sus costos de envío. O bien, es posible que el proveedor de empaque no le brinde un buen negocio, lo que le impide aprovechar los descuentos por volumen. Examinar sus gastos variables y encontrar maneras de reducirlos es una de las maneras más fáciles de mejorar sus márgenes y aumentar su rentabilidad.