Las desventajas de un plan de auditoría

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Anonim

Un plan de auditoría es necesario para garantizar que todo el curso de un proceso de auditoría se ejecute de forma progresiva y sistemática. También confirma que se sigue un procedimiento de auditoría y una coordinación predeterminados y en el momento y la dirección correctos. Aunque este plan es un componente importante de la auditoría, no deja de tener sus defectos.

Rigidez

Un plan de auditoría sigue un enfoque estándar y establece patrones. Esto puede sofocar la flexibilidad y la iniciativa, por lo tanto, frenar el juicio profesional de las partes involucradas. La rigidez también hace que el proceso sea demasiado mecánico, socavando las habilidades, creatividad y talentos del personal de auditoría. Esto, en consecuencia, los dejará con menos libertad para realizar su tarea y también será desafiado técnicamente.

Pasando por alto las capacidades del personal de auditoría

Un plan hará que el proceso de auditoría sea automatizado y aflojará el sentido de responsabilidad del personal de auditoría. Puede potencialmente disminuir la iniciativa y la inventiva, con una menor aplicación de los talentos y habilidades del personal. Por lo tanto, no refuerzan el plan con ninguna mejora, lo que reducirá su eficacia futura. La automatización también deja al personal que realiza su tarea con normalidad, lo que puede causar aburrimiento.

Incompatibilidad

Las estrategias y procedimientos adoptados de un plan de auditoría pueden no estar de acuerdo con los estándares de un cliente. Es probable que un auditor necesite preparar un nuevo plan de procedimiento que satisfaga las necesidades del cliente; en algunos casos, este retroceso puede hacer que el cliente pierda la fe y / o confíe en el auditor. El personal también puede sentirse manipulado, ya que tendrá que participar en la preparación del nuevo plan, que puede variar significativamente de la auditoría estándar.

Actualización constante

Un plan de auditoría debe cambiar regularmente, generalmente cada año, para mantenerlo actualizado con el entorno económico y las estructuras empresariales cambiantes. Si no se realiza este cambio, el plan puede resultar demasiado rígido y su aplicación en un proceso de auditoría puede ser ineficaz y desactualizada. Esta actualización requiere más tiempo y dedicación de recursos al plan, que se utilizaría mejor en otras actividades productivas.