Avanzar a una función de supervisión es un paso más grande de lo que los empleados no gerentes pueden realizar. Si bien un empleado puede brillar como miembro de un equipo, las mismas habilidades que lo hicieron exitoso allí pueden no aplicarse en una posición de supervisión o gerencia.
Habilidades esenciales
Durante la capacitación, los nuevos supervisores deben aprender cómo evitar problemas que puedan sabotear sus posiciones. Por ejemplo, los supervisores necesitan tener tacto para obtener el rendimiento de los ex compañeros de equipo que aún no se han adaptado al cambio de rol. Muchos problemas de moral surgen del avance dentro de un departamento, y un supervisor debe aumentar su visibilidad y ganarse el respeto que su nueva posición merece.
Trabajo de delegacion
Un nuevo supervisor debe aprender a determinar y delegar la carga de trabajo entre sus subordinados. Además de sus propios proyectos, un supervisor debe ayudar a otros a mantener las tareas en el camino y mantener un ambiente de trabajo positivo.
Tomando el cargo
Asumir el cargo demasiado fervientemente en una nueva posición de supervisor es una de las tentaciones más serias que enfrentan los supervisores. Los supervisores pueden evitar esto a través de técnicas tales como establecer metas, evaluar lo que esperan los de la alta gerencia y obtener los comentarios de los miembros del equipo. Un liderazgo fuerte consiste en escuchar, por lo que las primeras semanas en una nueva posición son fundamentales para hacer preguntas, ganarse el respeto, minimizar la resistencia al cambio de sus antiguos compañeros de equipo y adoptar el estilo de liderazgo adecuado.