La gente ha estado lanzando metal desde al menos 3000 aC. Con el tiempo, la práctica se hizo más y más sofisticada a medida que nuestra comprensión del metal y sus propiedades se hizo más clara. Existen diferentes tipos de hornos de fusión, algunos de los cuales tienen diferentes grados de tecnología.
Horno De Cúpula
Uno de los hornos de fusión más antiguos, el horno de cúpula, tiene una forma cilíndrica alta. El interior de estos hornos está revestido con arcilla, bloques o ladrillos que protegen el interior del horno del calor, la abrasión y la oxidación. Para fundir el metal en el horno, los trabajadores agregan capas de metal como ferroaleaciones, piedra caliza y coque. La piedra caliza reacciona con el metal, haciendo que las impurezas fluyan hasta la superficie del metal fundido.
Horno de inducción
Los hornos de inducción utilizan corrientes alternas para crear el calor necesario para fundir el metal. Los refractarios, o el revestimiento, de estos están hechos de materiales tales como alúmina, sílice y magnesia. Estos hornos funcionan bien para fundir metales como el hierro y metales no ferrosos. Dentro de los hornos de inducción hay bobinas de cobre que se enfrían con agua.
Hornos electricos
Estos hornos se utilizan a menudo en acerías, así como en fundiciones. El metal y los aditivos se vierten en el horno. Los aditivos ayudan a separar las impurezas presentes en el metal. El horno funde el metal mediante el uso de electrodos de granito o carbono que crean un arco eléctrico.
Horno de leña
Un horno de leña funciona bien para fundir pequeñas cantidades de metal no ferroso. Estos hornos utilizan gas natural o electricidad para producir calor mediante el cual fundir el metal.