Para una corporación, la responsabilidad social y la gestión de riesgos están muy estrechamente relacionadas. En muchos sentidos, la responsabilidad social es en sí misma una forma de gestión de riesgos, ya que mantiene la buena voluntad necesaria para evitar costosos reveses políticos y legales. Una fuerte adhesión a la responsabilidad social y la gestión de riesgos puede crear muchas oportunidades para un negocio. La naturaleza de estos beneficios depende del tipo de responsabilidad en cuestión.
Responsabilidad Corporativa
La responsabilidad corporativa consiste en los deberes que una empresa debe a su junta directiva, accionistas y partes interesadas. Los ejecutivos corporativos son responsables de informar a la junta directiva sobre cómo gastan el dinero de la empresa, dándoles a los accionistas la parte que les corresponde de las ganancias corporativas y minimizando los daños a las partes interesadas no afiliadas en la comunidad. Estas responsabilidades son muy serias y, en muchos casos, son ejecutadas legalmente por organismos como la Comisión de Valores y Bolsa y las leyes, incluida la Ley Sarbanes-Oxley.
Responsabilidad ambiental
La responsabilidad ambiental es un concepto amplio. En general, las corporaciones son responsables de cumplir con las leyes y regulaciones sobre contaminación, emisiones y especies en peligro de extinción. Sin embargo, las preocupaciones ambientales son mucho más profundas que esto. Las corporaciones que desean obtener ganancias continuas deben asegurarse de no explotar excesivamente los recursos naturales. Si una empresa pone en riesgo un recurso, puede quedarse sin los suministros que necesita para hacer negocios. También hay un fuerte incentivo para que las empresas desarrollen productos de energía limpia, ya que los combustibles fósiles son un recurso no renovable. Por lo tanto, la responsabilidad ambiental se entrelaza con la gestión de riesgos de la cadena de suministro.
Responsabilidad Empresarial
La responsabilidad comercial incluye deberes para los empleados, clientes y partes interesadas de la comunidad. Si una empresa manufacturera es irresponsable con los proveedores al no hacer los pagos oportunamente, es posible que no pueda producir. Si una empresa es irresponsable para sus clientes al quedarse sin productos anunciados, los consumidores irán a otra parte. Si una empresa es socialmente irresponsable con respecto a la comunidad más amplia, como por ejemplo al contaminar, puede enfrentarse a una gran cantidad de demandas. Por lo tanto, la responsabilidad empresarial está muy vinculada a la gestión del riesgo financiero.
La responsabilidad de gestión
Los gerentes son socialmente responsables a través de la gestión de riesgos en cualquier negocio o unidad de negocios que supervisen. La gerencia debe lidiar con todas las preocupaciones de responsabilidad corporativa, ambiental y comercial, así como con la difícil tarea de evaluar estas preocupaciones con la necesidad de la empresa de obtener un beneficio. La responsabilidad social y la gestión de riesgos se entrelazan más estrechamente desde la perspectiva del administrador porque el administrador (a diferencia del accionista o la comunidad local) conoce perfectamente las demandas de los propietarios y las de la comunidad. Por lo tanto, los gerentes son responsables de optimizar el crecimiento financiero sin poner en peligro el futuro de la compañía a través de acciones socialmente irresponsables.