Para un éxito continuo, una empresa debe estar lista para adaptarse a fuerzas externas. Para adaptarse, una organización debe reconocer qué fuerzas externas pueden impulsar el cambio. Ignorar esas fuerzas externas y pretender que una organización opera en un vacío, puede llevar a su fracaso en el mercado oa su colapso desde dentro.
Presión del cliente
Los clientes pueden irse e informar que no están contentos con la forma en que son tratados, que no están contentos con el producto que compraron o que no están contentos con las políticas de la compañía. Los clientes también pueden ejercer presión mientras aún son clientes de una empresa al presentar quejas. Este fue el caso en el banco Lloyds TSB, donde se redujeron todos los cargos por sobregiro en respuesta a numerosas quejas de clientes.
Cambio de propiedad
Una organización puede ser comprada por una empresa o individuo externo. A menudo, el nuevo propietario querrá utilizar una nueva forma de administrar la organización que ha trabajado para ella en otras empresas. El nuevo propietario puede estar planeando reducir las ineficiencias al reducir la fuerza laboral, utilizar un método de administración de inventario diferente o tener una filosofía de administración que requerirá grandes cambios en la organización.
Competencia
Es posible que las ventas hayan disminuido debido a la competencia de una compañía similar que siempre ha sido un oponente en el mercado, o la competencia de una nueva compañía con una forma diferente de ganar clientes. Si una empresa desea mantenerse competitiva, tendrá que defenderse cambiando la forma en que opera o cambiando lo que ofrece a los clientes. Mientras que participar en la competencia suele ser una parte inherente de hacer negocios, esa competencia puede ser especialmente amenazadora si proviene de un adversario que tiene alguna ventaja para la cual la organización no estaba preparada.
Tecnología
La tecnología puede traer un cambio positivo a una organización, al aumentar la eficiencia o hacer posible nuevos productos. También puede poner en peligro a una organización que depende de la antigua forma de hacer las cosas. Un negocio que enfrenta este desafío a menudo puede encontrar una manera de incorporar la nueva tecnología y crecer, aunque esto no siempre es posible.
Regulación de la industria
La industria de la que forma parte la organización puede estar sujeta a nuevas regulaciones, o simplemente puede haber cambiado las regulaciones existentes. Es posible que las nuevas reglas solo afecten a una parte de la organización, pero es posible que cada aspecto de la forma en que opera la empresa tenga que cambiar para cumplir.
Eventos catastroficos
Un evento catastrófico puede acabar con un negocio inmediatamente, pero si ese negocio continúa operando después de un desastre, es probable que tenga que cambiar. Puede tener una fuerza laboral reducida, menos clientes, equipos dañados o clientes con necesidades diferentes. Para mantenerse en el negocio, esa organización tendrá que cambiar para adaptarse a sus nuevas circunstancias y las necesidades de sus clientes.