Las declaraciones de fin de año fiscal permiten a los inversionistas distinguir entre compañías que siguen procedimientos limpios y respetuosos de la ley de aquellas con registros operativos deficientes. Estos informes también proporcionan información sobre cómo las empresas que cotizan en bolsa se ajustan a las leyes y regulaciones. Los estados financieros finales incluyen un balance general, un estado de resultados, un estado de flujo de efectivo y un informe de patrimonio.
Hoja de balance
En las economías modernas, el liderazgo corporativo entiende que los datos de balance inexactos pueden generar inquietud en la comunidad de inversión. Esto es especialmente cierto si una empresa experimenta dificultades financieras o si la economía es mala. En los balances de fin de año fiscal, los supervisores contables indican al público si la empresa es solvente. Específicamente, muestran los activos corporativos, pasivos y patrimonio neto al final del año fiscal. El patrimonio neto, una medida de solvencia, es igual a los activos menos los pasivos.
Estado de resultados
El estado de resultados de fin de año fiscal incluye ingresos, gastos e ingresos netos corporativos. Revisar el estado de resultados de fin de año de una compañía ayuda a los financistas corporativos a evaluar cómo la compañía usa sus recursos para aumentar las ventas. Algunos inversionistas revisan los estados de resultados de fin de año de todas las compañías en un sector para determinar si el sector está teniendo dificultades o está ganando fuerza.
Estado de flujo de efectivo
Un estado de flujo de efectivo anual muestra cómo, cuándo y dónde una empresa gasta los fondos corporativos. Proporciona información detallada sobre tres grupos de transacciones: operaciones, inversiones y financiamiento. Las actividades operativas incluyen pagar salarios y recibir pagos de clientes. Invertir es la compra de activos a largo plazo, como equipos y maquinaria. Las actividades de financiamiento indican cómo las organizaciones recaudan efectivo y financian sus operaciones.
Declaración de patrimonio de los accionistas
Una declaración de patrimonio de los accionistas también se conoce como una declaración de ganancias retenidas o resumen de patrimonio. Muestra los pagos de dividendos, las ventas de acciones y las ganancias retenidas. Las ganancias acumuladas resumen el ingreso neto que la compañía no ha pagado como dividendos a lo largo de los años.