Nada es seguro en este mundo. Al redactar propuestas comerciales, sus socios pueden pasar por alto y no mencionar, intencionalmente o no, algunos de los riesgos presentes en el acuerdo propuesto. Además, su organización puede enfrentar los riesgos que los autores de la propuesta no conocen. Por eso es importante un análisis de riesgo vigoroso de la propuesta. No hay una forma establecida para escribir su análisis. Sin embargo, hay algunas pautas que se deben tener en cuenta al diseñar una.
Leer y comprender el tema de la propuesta. Si es necesario, tome notas y visualice la propuesta haciendo un gráfico.
Identifique partes del acuerdo propuesto donde las cosas podrían salir mal. Considere las consecuencias que su organización podría enfrentar si la contraparte en el trato u otros agentes actuaron de manera diferente a sus intenciones anunciadas. En pocas palabras, analiza el riesgo de que tus compañeros te engañen. Haga recomendaciones que minimicen esos riesgos, por ejemplo, un contrato vinculante.
Identificar los factores de los que depende el éxito del trato. Dichos factores pueden incluir la salud de la economía, la disponibilidad de crédito, la demanda del consumidor, el nivel de competencia en su sector y las interrupciones comerciales que pueden resultar de la introducción de nuevas tecnologías.
Analice diferentes escenarios y los cambios en los factores que influyen en el acuerdo que traen esos escenarios. Por ejemplo, considere lo que podría suceder con el acuerdo si la economía deja de crecer o cae en una recesión.
Resuma todos los riesgos que identificó en los Pasos 2, 3 y 4. Haga conclusiones sobre si su organización debería aceptar la propuesta, tal vez cambiando los términos del acuerdo o rechazándolo por completo, según su evaluación de riesgos.