Instrumentos de Política Fiscal

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Anonim

Las empresas y los individuos se benefician cuando hay un fuerte crecimiento económico, un bajo desempleo y una tasa de inflación moderada. Antes de la Gran Depresión de la década de 1930, los pensadores económicos creían que estos objetivos se alcanzaban mejor cuando los gobiernos no se entrometían en la economía. Las dificultades económicas de la década de 1930 llevaron a un cambio profundo en esta visión, y hoy el gobierno desempeña un papel clave en la promoción de la estabilidad económica y el crecimiento. La política fiscal es el término general para algunas de las estrategias clave utilizadas por los formuladores de políticas para fomentar el crecimiento económico sostenible.

Instrumentos de Política Fiscal

Hay dos componentes básicos de la política fiscal: el gasto del gobierno y las tasas impositivas. La política fiscal varía en respuesta a los cambiantes indicadores económicos. En general, se utiliza un enfoque expansivo cuando la economía se ralentiza o entra en una recesión y aumenta el desempleo. Bajo estas condiciones, los formuladores de políticas intentan estimular la actividad económica aumentando el gasto, recortando impuestos o haciendo ambas cosas. Estas estrategias ponen más dinero en manos de los consumidores y las empresas.

Sin embargo, la economía puede "recalentarse", por así decirlo. Cuando hay un alto empleo y una fuerte demanda de los consumidores, los precios tienden a subir y la tasa de inflación puede saltar. Cuando esto sucede, los políticos pueden revertir las políticas fiscales expansivas y recortar el gasto o aumentar los impuestos. El objetivo es lograr un equilibrio que fomente el crecimiento económico sostenible y un mercado laboral sólido sin inflación excesiva o grandes déficits.

El gasto del gobierno como política fiscal

Una de las herramientas utilizadas en la política fiscal es el gasto que está diseñado para estimular la economía. Esto a menudo se logra a través de la financiación pública de proyectos útiles, tales como mejoras en la infraestructura. Supongamos que los responsables políticos deciden financiar un importante proyecto de construcción de carreteras. Las empresas constructoras obtienen contratos y contratan trabajadores. Los trabajadores gastan sus salarios, aumentando así la demanda de los consumidores y estimulando a otras empresas. Las iniciativas de gasto a menudo han sido eficaces para estimular el crecimiento económico, pero pueden tener un inconveniente a largo plazo. Demasiada demanda de los consumidores puede aumentar la tasa de inflación. Además, el gobierno puede crear déficits pidiendo prestado el dinero que gasta, lo que aumenta la deuda pública en el proceso.

La reducción de impuestos como política fiscal

Los políticos aman prometer recortes de impuestos y pueden tener una buena razón para hacerlo. Un recorte de impuestos puede poner más dinero en los bolsillos de las personas. El resultado es una mayor demanda de los consumidores que estimula la actividad económica. Los recortes de impuestos a los negocios, como los provistos en la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos de 2017, permiten a las empresas mantener más ganancias. La idea aquí es incentivar a las empresas a invertir y contratar más trabajadores. Al igual que con el gasto, hay un inconveniente potencial. Cuando el gobierno recorta impuestos, también recorta sus ingresos. Esto puede llevar a déficits que eventualmente tendrán que ser compensados ​​por aumentos de impuestos si el crecimiento económico no genera suficientes ingresos fiscales nuevos.

El papel de la política monetaria

Los instrumentos de la política fiscal no son las únicas herramientas que usan los formuladores de políticas para promover condiciones económicas saludables. La política monetaria también juega un papel clave. En los Estados Unidos, la política fiscal es llevada a cabo por los poderes ejecutivo y legislativo del gobierno. Una agencia gubernamental independiente, la Junta de la Reserva Federal, establece la política monetaria. Esencialmente, la idea es influir en la oferta monetaria y fomentar el crecimiento económico y gestionar la inflación mediante la gestión de la oferta monetaria.

La Fed, como se le llama comúnmente, hace esto de tres maneras. Pueden comprar y vender deuda del gobierno, lo que aumenta o reduce la oferta monetaria. Un aumento en la cantidad de dinero en circulación estimula la economía. Una disminución ayuda a reducir la inflación. La Reserva Federal también puede aumentar o disminuir la cantidad de reservas que los bancos deben tener disponibles. Esto afecta la cantidad de dinero que los bancos tienen disponible para prestar. Finalmente, la Fed puede aumentar o disminuir la tasa de descuento federal. Los principales bancos siguen su ejemplo. Al aumentar o disminuir las tasas de interés, la Junta de la Reserva Federal puede influir en el costo de los préstamos privados y, por lo tanto, en la cantidad de personas y empresas que pueden pedir prestado y gastar.