El comercio internacional es el intercambio de bienes entre países. El comercio internacional permite a los consumidores de todo el mundo comprar vinos franceses, café colombiano, televisores coreanos y automóviles alemanes. El comercio internacional entre naciones crea la economía global, donde los precios están influenciados por una variedad de factores, como los eventos globales, los tipos de cambio, la política y el proteccionismo. Los cambios políticos en un país pueden afectar los costos de fabricación y los salarios de los empleados en otro país. El resultado de tales cambios podría aumentar o disminuir los precios de los bienes importados para los compradores locales en productos cotidianos.
La influencia de los aranceles y las barreras comerciales
Idealmente, el comercio con otras naciones aumenta el número de bienes que los consumidores pueden elegir, y la competencia multinacional reducirá el costo de esos bienes. El dumping es una práctica comercial internacional que se desalienta a través del uso estratégico de los aranceles. El dumping es cuando un socio comercial exporta un alto volumen de bienes más baratos que el que está disponible en la producción nacional para obtener una ventaja competitiva en los mercados extranjeros. Para reducir o detener el dumping de productos internacionales de menor precio, un gobierno puede imponer aranceles o impuestos sobre esos productos importados.
Una queja frecuente sobre el comercio internacional es el bajo costo de la mano de obra extranjera y la falta de regulación en el extranjero con respecto a la seguridad y la calidad. Se pueden imponer tarifas para proteger a los consumidores de productos potencialmente peligrosos como los alimentos contaminados que pueden incluir carnes importadas o productos inferiores, como bolsas de aire defectuosas. Las normas y regulaciones de calidad pueden variar mucho de un país a otro. El comercio internacional debería estimular el beneficio mutuo y las relaciones positivas entre los países, pero a veces ocurre lo contrario. Los países también pueden establecer aranceles para tomar represalias contra un socio comercial que creen que está infringiendo las reglas o va en contra de sus objetivos de política exterior.
Influencia de la política y el proteccionismo.
En algunos casos, un gobierno impondrá aranceles a los bienes importados por razones políticas. Puede querer cumplir una promesa de campaña, impulsar el crecimiento en una industria específica o hacer una declaración firme a los miembros de la comunidad internacional. Un gobierno puede adoptar una política de proteccionismo y restringir el comercio a través de aranceles porque le preocupa que el comercio internacional ponga en peligro la economía nacional al dañar industrias particulares. Si bien se sabe que este tipo de proteccionismo funciona a corto plazo, a menudo es perjudicial a largo plazo porque hace que el país que aumenta los aranceles sea menos competitivo a nivel internacional.
El proteccionismo comercial eventualmente puede debilitar las industrias para las cuales fue implementado. Si una industria nacional no tiene competencia, es posible que los fabricantes no trabajen tanto para mantenerse competitivos en el mercado. El resultado es que el producto nacional podría disminuir en calidad en comparación con productos internacionales similares. Las políticas proteccionistas continuas pueden eventualmente causar desaceleraciones en la industria y los empleos domésticos se perderán para los proveedores globales. El proteccionismo es una propuesta costosa porque los gobiernos a menudo optan por subsidiar a las industrias y pueden aumentar el precio de los bienes de menor calidad.
Impacto de las tasas de cambio de moneda extranjera
Los tipos de cambio de la moneda de una nación a otra dependen de las condiciones del mercado y de la salud general de la economía global. El tipo de cambio de la moneda también influye en el comercio internacional. Si una empresa en una nación quiere importar bienes de otra nación, pagará por esos bienes en la moneda de su socio comercial o con la moneda de una economía estable como el dólar estadounidense, la libra británica, el yen japonés o el euro. Se prefiere pagar por bienes en una de estas denominadas monedas fuertes porque son estables y menos susceptibles a los choques económicos.
Los países pueden influir en los tipos de cambio a través de políticas fiscales y monetarias. Las políticas que impactan las tasas de cambio pueden llevar a desacuerdos. Un país puede argumentar que el otro está manipulando deliberadamente su moneda para obtener una ventaja comercial. Cuando dos o más países, como los Estados Unidos y China, tienen desacuerdos o conflictos, afectan el comercio internacional y, a su vez, afectarán el tipo de cambio de cada país. Los economistas no están de acuerdo en cómo abordar las fluctuaciones monetarias que determinan el precio de los bienes importados. Muchos expertos creen que los esfuerzos por restringir el comercio para favorecer las importaciones nacionales son más perjudiciales que útiles.