La creciente facilidad de transporte, comunicación y comercio que caracterizó el siglo XX ha llevado a corporaciones transnacionales cada vez más grandes y más globales. Estas enormes empresas pueden utilizar economías de escala para ofrecer bienes y servicios a precios más bajos para los consumidores. Sin embargo, su existencia también conduce a una serie de complicaciones y desventajas.
Consolidación de la Riqueza
Las grandes corporaciones tienden a extraer riqueza de las pequeñas comunidades y la consolidan en lugares donde la corporación tiene su sede. En casos extremos, esto puede llevar al empobrecimiento de las comunidades menos centrales, particularmente en los países en desarrollo. A diferencia de las pequeñas empresas locales, que recirculan tanto los salarios como las ganancias a través de la comunidad local, las empresas transnacionales pagan los salarios de los empleados locales, pero se llevan las ganancias a otros lugares. Las personas en la cima de las pirámides corporativas, como los CEO, con frecuencia reciben enormes bonos anuales basados en la rentabilidad de la corporación. Esta práctica intensifica el fenómeno de la consolidación de la riqueza.
Daño ambiental
El transporte de casi todos los bienes en la economía moderna depende del uso de combustibles fósiles. Las empresas transnacionales con frecuencia fabrican productos en países como China y Tailandia, donde los salarios son bajos, y los importan a Europa y América del Norte utilizando grandes buques de carga. Esta práctica de transporte extenso, combinada con el uso de energía y recursos inherente a la producción a gran escala, conduce a un daño ambiental extenso. El daño empeora porque muchos de los países donde se realiza la fabricación no tienen regulaciones ambientales tan estrictas como los países de Europa y América del Norte. Esta falta de cumplimiento puede llevar a altos niveles de contaminación, desperdicio y exposición de los trabajadores a sustancias tóxicas.
Vulnerabilidad económica
Una premisa básica de la ecología es que la diversidad es igual a la estabilidad, y lo mismo se aplica a la economía. Un gran número de pequeñas empresas independientes crean una economía estable, porque si una falla, las otras continúan funcionando. Sin embargo, si la economía está dominada por un número muy pequeño de corporaciones enormes, se vuelve más vulnerable al daño por el fracaso de cualquiera de ellas. Esta situación también presenta un desafío para la democracia, porque las empresas transnacionales se vuelven "demasiado grandes para fracasar" y los gobiernos las rescatan, incluso cuando son financieramente insostenibles. Estos rescates, como los que se vieron en 2008 y 2009 cuando los grandes bancos fueron rescatados por el gobierno de los Estados Unidos, a menudo tienen lugar sin el consentimiento de la población votante.
Homogeneización cultural
Al igual que con la ecología y la economía, la diversidad cultural es valiosa para la estabilidad que proporciona. El comercio multinacional expone las culturas entre sí. Si bien esto puede llevar a un mayor nivel de comprensión entre diferentes tipos de personas, también puede llevar a abrumar a las culturas locales pequeñas por culturas más grandes y ricas. El resultado es el reemplazo de las formas vernáculas de vivir con nuevas formas dominadas y moldeadas por las propias corporaciones.