El presupuesto es a menudo un proceso muy técnico y laborioso, y se encuentra en la raíz de muchos problemas políticos y sociales contemporáneos. El presupuesto puede verse como un conjunto de problemas de "vida o muerte", ya que es la representación de lo que los políticos han decidido que vale la pena financiar y lo que no es importante. Un presupuesto, en otras palabras, es el análisis final de la política gubernamental: quién obtiene qué, cuándo, dónde y cómo. En última instancia, el proceso político de elecciones, votaciones, comités, ideologías e ideas se reduce al presupuesto.
Presupuestos racionales
Un presupuesto "racional" es aquel en el que cada elemento que se financiará se presenta en previsión de las necesidades actuales. No mira al pasado, lo que antes necesitaba financiamiento, sino que analiza cada nuevo proceso de presupuesto de nuevo. El presupuesto de base cero es uno de los elementos más importantes del proceso racional, donde cada elemento a financiar comienza desde cero dólares. Este enfoque tiene la ventaja de ahorrar dinero, ya que cada agencia y proyecto financiado debe justificar su uso de dólares de impuestos. No hay garantía de que el presupuesto de este año se vea como el del año pasado. El inconveniente es la ronda constante de audiencias para que cada agencia analice sus métodos de gastar dinero. El análisis burocrático necesario puede ser abrumador. Este es un proceso difícil en el que las agencias gubernamentales nunca saben si serán financiadas, y cuánto, año tras año.
Presupuestos incrementales
El enfoque incremental del presupuesto ve el presupuesto como un ícono de una ordenación. Es el resultado de compromisos políticos y, en cierto modo, es la manifestación más alta del proceso democrático. Por lo tanto, el presupuesto del año pasado es normativo para este año. En un sistema de presupuesto incremental, como lo usa el gobierno de los EE. UU., Las agencias públicas pueden contar con un proceso estable en el que su propia parte de la torta federal no crecerá o disminuirá radicalmente.
Contrastes
El presupuesto racional, en general, es el resultado de una ideología en la que un gobierno, o alguna agencia de la razón humana, puede anticipar lo que una sociedad necesitará de año en año. Tal presupuesto no responde a la democracia, sino a la tecnocracia: lo que los expertos y los especialistas podrían pensar que es necesario para una sociedad. En este caso, un presupuesto no es un reflejo de un proceso político, sino la creación de grupos de especialistas y / o políticos que deciden lo que vale la pena financiar y lo que no lo es, de un año a otro. El incremental parece estar comprometido a financiar programas de uso dudoso simplemente porque han sido financiados en el pasado.
Cuestiones
La idea incremental también es ideológica, ya que sugiere que un presupuesto es la manifestación más alta de la vida política. Los presupuestos no pueden cambiarse radicalmente de un año a otro porque alteraría el funcionamiento del gobierno, introduciría demasiada inestabilidad y rechazaría los compromisos de los políticos elegidos en el pasado sin darles una audiencia. Los números de presupuesto representan la capacidad de los políticos, burócratas, comités y otros que trabajan juntos para llegar a un acuerdo sobre cómo se debe gastar el dinero de los contribuyentes. Por otro lado, la idea incremental puede ser criticada por negarse a obligar a las agencias a justificarse. El incrementalista ve los presupuestos como documentos políticos, mientras que el racionalista los ve como económicos, gobernados solo por estándares de eficiencia.