Los contratos exclusivos pueden imponer límites a uno o ambos signatarios. Esto puede restringir los tipos de compras que puede realizar una empresa y su elección de proveedores, por ejemplo. Con individuos, puede afectar derechos de representación. Dichos contratos no deben restringir la competencia en el mercado para ser considerados legales.
Contratos de compra y venta
Un tipo común de contrato exclusivo implica la venta y compra de bienes dentro de un área geográfica específica. La mayoría de los concesionarios de automóviles operan sobre esta base. Un concesionario también puede tener un acuerdo que limite las marcas de vehículos que puede vender. Un concesionario Ford, por ejemplo, generalmente no puede vender vehículos fabricados por otros fabricantes de automóviles. A menudo, el propietario del concesionario debe crear otra corporación independiente, con personal y sala de exhibición separados, para vender otras marcas de automóviles. Los acuerdos también pueden incluir cláusulas que restringen las opciones de suministro. Por ejemplo, un acuerdo de distribución entre un proveedor de refrescos y el fabricante puede exigir que el proveedor solo compre el producto de la planta embotelladora, aunque pueda comprarlo a los mayoristas.
Acuerdos de representación
Otro tipo de contrato que a menudo incluye cláusulas de exclusividad implica la representación de artistas o atletas por parte de agentes. Un acuerdo entre un jugador de baloncesto y un agente, por ejemplo, podría estipular que el jugador no puede ser representado por ninguna otra parte que no sea el agente cuando se trata de equipos de baloncesto y de anunciantes. Tales contratos también tienden a tener una fecha de "terminación más temprana". Incluso si el atleta no está satisfecho con los servicios del agente, el contrato generalmente no se puede rescindir unilateralmente antes de una fecha específica, a menos que el jugador pueda demostrar una negligencia grave por parte del agente.
Contratos de Publicación
Los contratos de publicación también son a menudo exclusivos. La exclusividad en el ámbito de los productos intelectuales puede significar cosas diferentes según el contexto. Un autor a menudo vende los derechos de publicación de un libro a un editor de forma exclusiva. Si bien el autor generalmente conserva los derechos de autor y es libre de escribir un artículo en una revista extraída del libro, el editor solo puede reproducir el libro en su totalidad. Dichos contratos también pueden contener cláusulas que obligan a la autora a mostrar su próximo manuscrito al editor de su primer libro, antes de comunicarse con otros editores.
Legalidad
Los contratos exclusivos solo son legales si no restringen la competencia y el comercio. La Ley Clayton y la Ley antimonopolio de Sherman detallan las condiciones bajo las cuales los acuerdos de exclusividad se consideran ilegales y, por lo tanto, no se pueden hacer cumplir. Debido a la complejidad de estos actos, a menudo se debe consultar a un experto legal calificado para determinar si un acuerdo en particular es apropiado.
