Para que una empresa sea efectiva y tenga una ventaja frente a sus competidores, debe tener una idea clara de qué clientes apuntar y dónde, qué les ofrecerá la empresa y cómo venderá el producto. Esta estrategia de marketing consiste en varios ejercicios que deben realizarse antes de que una empresa pueda llevar un producto al mercado. Las estrategias de segmentación de mercado y de diferenciación de productos utilizadas mano a mano (componentes clave de una estrategia de marketing) ofrecen una gran ventaja a una empresa y pueden generar resultados de ingresos positivos.
Entendiendo la segmentación del mercado
La segmentación del mercado es una gran fuente de ventaja competitiva, ya que se enfoca de manera efectiva en un mercado objetivo. Las empresas agrupan a los clientes potenciales en función de las similitudes que comparten con respecto a las dimensiones relevantes, como las necesidades del cliente, las preferencias del canal, las características del producto o la rentabilidad del cliente. La segmentación del mercado permite a las empresas tomar un segmento de consumidores y agruparlos según las similitudes que todos comparten con respecto a los atributos que definen una estrategia de marketing.
Definiendo el mercado objetivo
Una empresa puede usar la segmentación del mercado para su ventaja al conocer la base para segmentar a los clientes, como por ejemplo, dirigirse a clientes potenciales con el mayor potencial de ganancias. Los clientes potenciales que se ajustan a este grupo demográfico para un negocio se convierten en un segmento de mercado. Una empresa puede tener más de un segmento de mercado para un producto, y cada segmento de mercado es parte de la estrategia de marketing general. Estos segmentos dirigidos pueden llevar a una efectividad de marketing significativamente mejorada.
Entender la diferenciación del producto
La diferenciación del producto es la estrategia de resaltar las características y atributos de un producto para distinguirlo de la competencia y de otras ofertas de productos. Hay muchas formas en que un producto puede diferenciarse, como la innovación, el marketing y la distribución. El objetivo general de una estrategia de diferenciación de productos es hacer que un producto sea más atractivo para un segmento objetivo en particular. Centrarse en las diferencias hereditarias de un producto debería hacer que los clientes potenciales lo consideren único y, por lo tanto, valioso. Una empresa comunica estas diferencias a través de su publicidad, que es la propuesta de venta.
Reducir la competencia directa
Centrarse en las diferencias de productos reduce la competencia directa. Cuando las empresas clasifican un producto como diferente, la competencia puede basarse no en el precio, sino en factores no relacionados con el precio, como el diseño y la funcionalidad. Los clientes en un segmento objetivo tienen una menor sensibilidad a estos factores no relacionados con el precio y, como resultado, la estrategia de diferenciación del producto se convierte en una herramienta eficaz para un negocio.