La ética es una rama de la filosofía que trata con la acción humana. Muchas teorías han llegado y se han ido, mientras que otras han resistido la prueba del tiempo. La estructura básica de una teoría ética es que debe explicar lo que hace que una acción "correcta" sea diferente de una acción "incorrecta". En otras palabras, debe haber una manera de referir una acción a una concepción del bien para juzgarla como conforme al bien, o rechazarlo. Este "camino" es el corazón de la ética.
Socrático / platónico
El núcleo central de la ética platónica es la organización del alma humana. Platón teorizó que cada alma humana tiene tres partes: la racional, la "enérgica" y la apasionada. Para que exista un comportamiento ético, el alma que está cometiendo la acción debe estar organizada adecuadamente, con la parte racional que gobierna y dirige a las otras dos. La razón debe ordenar, organizar, racionalizar y enfocar las partes deseadas o voluntarias del alma. El propósito es ajustar los deseos de uno: uno busca el bien general, no las meras cosas pasajeras de fantasía.
cristiano
La teoría ética cristiana básica de San Agustín y otros también tiene que ver con organizar los deseos. Las almas humanas desean lo bueno, encontrado solo en Dios. Este bien es inmutable, permanente y siempre satisfactorio. Los bienes de este mundo, como la comida, la bebida o la riqueza, son solo parcialmente satisfactorios, ya que siempre están cambiando y la fisiología humana siempre los exige. Dios, sin embargo, como el fin último de todas las cosas, es también el fin de las almas humanas. El alma que "descansa" en Dios es el alma que no quiere nada más que a Dios. Por lo tanto, la acción humana es manifestar la vida espiritual en las elecciones que hace el individuo.
Utilitario
El utilitarismo acentúa el valor moral de lo que las acciones producen en el mundo. Una ética utilitaria a menudo se basa en la idea del placer humano. Las personas se sienten atraídas por las cosas placenteras mientras que son rechazadas por las dolorosas. El propósito de la vida humana es crear una sociedad donde los placeres de la vida se enfaticen a costa de los dolorosos.
Deontología
Immanuel Kant es el más famoso de los deontólogos y construye una ética basada en la voluntad autónoma. La voluntad autónoma actúa sin ninguna interferencia, como el interés de clase, desde el exterior. Esta voluntad es totalmente libre porque es universal. Es universal porque está motivado solo por sí mismo. Esta voluntad entonces quiere lo bueno, la máxima universal de que todas las acciones son buenas si la máxima misma puede convertirse en una ley universal. Entonces, cada voluntad en el mundo se convierte en un fin en sí mismo porque puede legislar esta ley universal. Cada máxima moral por la que vives, según esta teoría, debería ser una ley universal, o una que pueda universalizarse. No debe hacer trampas, por ejemplo, porque si las trampas se convirtieran en una ley universal, la mayoría de las relaciones sociales se romperán a través de la desconfianza. Por lo tanto, no hacer trampa es una construcción universal.