Uno de los mayores desafíos que enfrentan los administradores de agencias gubernamentales implica establecer y mantener estándares para el comportamiento ético de los empleados. En una era en la que la desconfianza y el cinismo del público sobre el gobierno y los funcionarios públicos están en su punto más alto de todos los tiempos, la ética de la administración pública sirve como recordatorio de que las decisiones y acciones de los funcionarios deben basarse en el principio de servir al público en lugar de a ellos mismos.
Información de expertos
George J. Gordon y Michael E. Milakovich, autores de "Public Administration in America", escriben que la ética plantea un tema aún más delicado para el gobierno que para las corporaciones u otras organizaciones del sector privado porque el gobierno, por definición, debe servir a todos los intereses en un sociedad. El comportamiento ético de los administradores públicos y sus empleados mejora la efectividad de la agencia, fomenta mejores relaciones entre las agencias gubernamentales y el público, y mejora la moral de los empleados. Sin embargo, los autores admiten que el cinismo público sobre el gobierno casi invita a los empleados del sector público a ser menos éticos en sus acciones.
Identificación
La ética de la administración pública se basa en la idea central de que los funcionarios gubernamentales y los empleados son administradores del público. La Sociedad Americana de Administración Pública (ASPA), una asociación nacional de gerentes de gobierno y académicos de la administración pública, describe un conjunto de pautas éticas en su código de ética. Este código establece que los miembros de la ASPA deben comprometerse a servir el interés público, respetar la ley y la constitución, demostrar integridad personal, promover organizaciones éticas y esforzarse por alcanzar la excelencia profesional.
Al servicio del interés público
A los empleados y administradores del gobierno se les confían recursos públicos. El comportamiento ético apropiado dicta que los trabajadores del sector público actúen de la manera que mejor sirva a los intereses del público. Esto incluye oponerse a todas las formas de discriminación, apoyar el derecho del público a saber qué se está haciendo en su nombre, involucrar a los ciudadanos en la toma de decisiones sobre políticas, comunicarse con el público de manera clara y ayudar a los ciudadanos en sus tratos con las agencias gubernamentales.
Respetando la ley
La gobernabilidad democrática opera dentro de un marco de leyes que establece los límites de la acción del gobierno. El Código de ética de la ASPA hace un llamado a los administradores públicos para que comprendan y apliquen las leyes y reglas que afectan su profesión, trabajen para mejorar las leyes y políticas contraproducentes, establezcan procedimientos para el manejo adecuado de las finanzas públicas, apoyen las auditorías financieras de las agencias, protejan la información privilegiada y promuevan los principios constitucionales de debido proceso, igualdad y equidad.
Integridad personal
Los empleados del gobierno pueden inspirar la confianza de los ciudadanos en las agencias públicas a través de su comportamiento. Esto da mayor legitimidad a las acciones del gobierno. El Código de ética de la ASPA exhorta a los miembros a demostrar su integridad manteniendo la honestidad, protegiéndose contra todos los conflictos de intereses y la aparición de tales conflictos, respetando a los demás y realizando negocios públicos sin partidismo.
Organizaciones eticas
Además de mantener los estándares de integridad personal, los administradores públicos deben promover el comportamiento ético a nivel organizativo mediante la mejora de la comunicación abierta, subordinando las lealtades de la agencia al interés público, estableciendo estándares para el comportamiento ético por parte de los empleados de la agencia y adoptando políticas que promuevan la responsabilidad de la organización.
Excelencia profesional
Los estereotipos comunes de muchos empleados y gerentes del gobierno los describen como burócratas perezosos, pagados en exceso e incompetentes. El comportamiento ético en la administración pública significa mejorar las capacidades individuales y fomentar el desarrollo profesional en otros. El código de ética de ASPA exige mantenerse al tanto de los desafíos emergentes y alentar a otros a participar en asociaciones y actividades profesionales.