En los sectores privados y sin fines de lucro, los problemas relacionados con la estrategia se relacionan con la dirección general o la misión adoptada por una organización y la implementación práctica de esa misión. Dentro de este marco general, los términos "planificación estratégica" y "gestión estratégica" se utilizan para describir procesos muy similares. Si bien hay cierto debate sobre este tema, la mayoría de las definiciones generales indican que la planificación estratégica se refiere principalmente a delinear la misión y los objetivos de una organización, mientras que la gestión estratégica también incluye la implementación de esos objetivos.
Definiendo una misión
Según USAID, los términos “planificación estratégica” y “gestión estratégica” implican definir y delinear la misión y los objetivos de una organización. Al tener una declaración de misión clara o una estrategia de crecimiento, una organización puede determinar mejor las acciones específicas y la asignación de recursos que mejor se adapten a sus objetivos. Un conjunto de objetivos claramente definido también crea una mejor base para la evaluación y la retroalimentación.
Implementación
En términos generales, el énfasis en la implementación es donde la planificación estratégica y la gestión estratégica difieren. El uso de la palabra "planificación" implica la definición y aclaración de un marco general por el cual una empresa u otra organización toma decisiones; la palabra "gestión" implica una supervisión activa en el diseño y ejecución de pasos específicos para alcanzar los objetivos definidos por la planificación estratégica. Aunque las formas de análisis utilizadas en la planificación estratégica también se emplean en la gestión estratégica, el énfasis relativo en la implementación o la falta de ella representa la principal diferencia entre estos términos.
Posibles escenarios
Una parte esencial de la ejecución de una estrategia general, la consideración de posibles escenarios y resultados puede ayudar a una organización a evaluar los riesgos y tomar medidas para mitigarlos tanto como sea posible. Según Fred Nickols, ex director de estrategia y planificación para el Servicio de Pruebas Educativas, este es un aspecto de la estrategia que normalmente se incluye en la gestión estratégica, en lugar de la planificación estratégica, ya que incluye los detalles esenciales de la implementación de una misión general o un conjunto de metas.
Identificando fortalezas, debilidades
Otra área importante de preocupación en la estrategia de una organización es el conocimiento de las fortalezas y debilidades internas, tanto de los procesos diseñados para implementar una estrategia, como de la organización en general. Esto incluye mecanismos de evaluación o retroalimentación, mediante los cuales una organización puede evaluar cuán efectiva es la implementación de la misión general o los objetivos. Nuevamente, debido a que este aspecto de la estrategia tiene que ver con la realización concreta de una misión u objetivo, generalmente cae dentro de la categoría de gestión estratégica.