Todos están familiarizados con la expresión "usted come con sus ojos", sin embargo, relativamente pocas personas son plenamente conscientes de las señales visuales que estimulan el apetito. Investigaciones recientes han proporcionado una confirmación empírica de lo que muchos restauradores ya sabían anecdóticamente. De hecho, ciertas paletas de colores y arreglos pueden aumentar drásticamente la cantidad que alguien comerá.
Colores en la comida y el apetito
Se entiende que los colores cálidos como el rojo, el naranja y algunos tonos de amarillo causan un aumento del apetito. Esto se origina de la asociación instintiva de rojo y amarillo con alimentos ricos en calorías como la carne roja y las frutas maduras. Ciertas plantas frutales explotarán esta asociación con fines de procreación mediante la liberación de pigmentos dentro de la fruta, convirtiéndola de su color original (verde, por ejemplo) a un color más oscuro, a menudo rojo o algo de sombra, para atraer a los animales.
Color ambiental y apetito
La industria de restaurantes siempre ha sido consciente de las preferencias de color y, por esta razón, a menudo emplea una paleta de colores cálidos y rojizos al diseñar un espacio interior. Esto puede abarcar todo, desde iluminación (iluminación cálida y difusa o luz de vela), el esquema de color de las paredes, la configuración de la mesa e incluso el diseño del menú. Además, los colores rojizos del ambiente y la iluminación acentuarán esos mismos tonos en la comida misma.
Cantidad de colores y apetito
También se sabe que una mayor cantidad de colores estimula el apetito. Según un estudio, cuando se les dieron 10 variedades de caramelos de colores, las personas consumieron un 43 por ciento más que las que recibieron 8. Un número mayor de colores indica una mayor variedad en la comida; esto estimula el apetito. Este mismo principio ayuda a explicar por qué las personas comen más cuando se sirven en una mesa de buffet que cuando se les da un plato principal único y grande.
Mezcla de colores y apetito
Los estudios también han demostrado que poner colores juntos estimula el apetito. Los sujetos que recibieron seis colores de caramelos mezclados en un tazón comieron un 69 por ciento más que cuando se colocaron la misma cantidad en tazones separados. Al igual que con el aumento del número de colores, los colores entremezclados crean la percepción de una mayor variedad en la comida.