Una empresa global es una empresa que tiene una parte sustancial de su aparato productivo o distributivo en países fuera de donde se encuentra su base de operaciones. Por lo tanto, la firma global no solo es inseparable de la globalización, sino que es el actor dominante y el catalizador de la globalización. Las empresas globalizadas se convierten en gobiernos en sí mismas a medida que distribuyen sus activos y su capacidad productiva en todo el mundo. Se ven obligados a nadie más que a ellos mismos.
Pros: Eficiencia
Uno de los argumentos centrales a favor de la globalización y la empresa global es la eficiencia. Las empresas se globalizan para llegar a nuevos mercados, aprovechar la mano de obra más barata y estar cerca de las fuentes de materias primas. Esto significa que las empresas globales tienen un acceso más fácil a aquellas cosas que hacen que una empresa sea competitiva. Su producción se hace más barata y su capacidad para llegar a muchos nuevos consumidores se ve radicalmente mejorada. Esto lleva a precios más bajos en el hogar, mayor competitividad y, como resultado, más contrataciones domésticas.
Pros: Desarrollo
En lo que respecta al mundo en desarrollo, la globalización, según el argumento, ha sido una bendición. Las corporaciones multinacionales (MNC) pagan mejor que las empresas nacionales, enseñan nuevas habilidades, inyectan el dinero y la información necesarios en el sistema económico y pagan impuestos locales. Independientemente del efecto de la globalización en el mundo industrializado, el mundo en desarrollo se beneficia de las multinacionales. Los trabajadores del mundo en desarrollo aprenden a trabajar con equipos avanzados y aprenden modelos y planes de negocios exitosos. Esto solo aumenta la productividad y la capacidad de los trabajadores del tercer mundo y, como resultado, estas economías en desarrollo se benefician.
Contras: Tensión doméstica
Si una empresa coreana traslada gran parte de su producción a Tailandia o Indonesia, esto significa que cientos, si no miles, de coreanos han perdido sus empleos. No hay garantía de que se compensará esta pérdida, y los trabajadores calificados ahora deben encontrar trabajo en el sector de servicios o en el comercio minorista para poder seguir pagando las facturas. Peor aún, las empresas pueden sacar concesiones de la mano de obra doméstica porque la amenaza de la inversión en el extranjero y la subcontratación puede controlar a todos los disidentes. Los recortes salariales, el debilitamiento de los sindicatos y la falta de cualquier poder de negociación o apalancamiento se convierten en el lote del trabajo doméstico.
Contras: Dependencia
No faltan desafíos al argumento común de que las empresas multinacionales mejoran la cantidad de trabajadores locales, es decir, extranjeros. Las empresas multinacionales dominan a los gobiernos locales que necesitan a las empresas multinacionales más que a la inversa. Los gobiernos locales bajan los impuestos y salarios para atraer la inversión necesaria. Sólo la pequeña minoría de trabajadores educados se beneficia de esta inversión. Los gobiernos locales están paralizados en sus tratos con las multinacionales ya que la empresa siempre puede cancelar sus acuerdos y trasladar la producción a otros lugares. El resultado es que la economía local se distorsiona y depende de la MNC. Una pequeña oligarquía local conectada con fuentes de capital global y crédito se beneficia de manera desproporcionada y se desarrolla una nueva clase alienada y nacional, que depende psicológicamente y materialmente de la MNC. La dependencia conduce a la distorsión ya que esta oligarquía controla la salud financiera de la economía local y el gobierno. Se destruye la democracia y se institucionaliza la desigualdad.