La atención de salud efectiva requiere trabajo en equipo. Todos los involucrados deben trabajar juntos por un objetivo común: ayudar al paciente. En el informe de 1999, "Errar es humano: crear un sistema de atención médica más seguro", los investigadores informaron que el trabajo en equipo tiene un efecto directo en la seguridad del paciente y los resultados del tratamiento. (Consulte la referencia 1) Los equipos que trabajan bien juntos cometen menos errores, lo que se traduce en mejores resultados de tratamiento. (Ver referencia 2)
A lo largo de los años, varias disciplinas médicas han desarrollado modelos de trabajo en equipo para un trabajo en equipo efectivo. (Ver referencia 3). Aunque estos modelos difieren entre sí, todos incluyen varios factores clave que son esenciales para el trabajo en equipo efectivo en la prestación de servicios de atención médica de calidad.
Liderazgo compartido
Los equipos efectivos comparten el liderazgo entre todos los miembros del equipo, en lugar de que una persona dirija el equipo. La persona a cargo en un momento dado es la persona más calificada para la situación actual. Por ejemplo, un terapeuta respiratorio puede tomar la iniciativa de ayudar a un paciente que tiene problemas para respirar debido a un enfisema o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
El liderazgo compartido significa que todos los miembros del equipo trabajan juntos para planificar su trabajo, revisar los resultados y resolver problemas. También significa que los miembros del equipo coordinan su trabajo y aceptan la responsabilidad de los resultados sin culpar a nadie.
Monitoreo de rendimiento mutuo y soporte de respaldo
Los equipos de atención médica efectivos monitorean su trabajo, asegurándose de que todas las tareas se completen de acuerdo con el plan de tratamiento. Anticipan las necesidades de los otros miembros del equipo y se unen para ayudarse mutuamente cuando sea necesario. Además, se entrenan entre sí y entrenan en ciertas habilidades; por ejemplo, tanto la enfermera como el terapeuta respiratorio de un equipo saben cómo despejar las vías respiratorias de un paciente.
Comunicación de bucle cerrado
Según la Risk Management Foundation, el 40 por ciento de los errores médicos son causados por problemas de comunicación. (Ver referencia 4) Los equipos efectivos previenen problemas de comunicación al usar comunicaciones de bucle cerrado. En este modelo, cada comunicación verbal se dirige a una persona específica por su nombre y la persona que recibe la comunicación repite el mensaje al remitente.
Esto garantiza que el mensaje recibido sea el mensaje que se envió y que una persona específica sea responsable de responder al orador y completar la tarea. No hay confusión sobre lo que se necesita o quién lo hará. Por ejemplo, en películas y programas de televisión, un cirujano gritará "cuelgue otra unidad de sangre". Pero quién se supone que debe hacerlo. En una comunicación de circuito cerrado, el cirujano diría: "Susan, cuelga otra unidad de sangre" y Susan responderá "Colgando otra unidad de sangre" y luego lo hará.
Modelo Mental Compartido
Los equipos de atención médica eficaces tienen un modelo mental compartido basado en un conjunto de valores y supuestos profundamente arraigados que definen el trabajo del equipo y cómo los miembros interactúan para completar el trabajo. Se demuestra anticipando las necesidades de otros miembros del equipo y ajustando las estrategias a medida que la situación cambia. Esencialmente, los miembros del equipo están todos en la misma página con respecto al trabajo y las metas para el equipo.
La confianza mutua es un componente clave del modelo mental compartido. Cada miembro del equipo sabe por experiencia que otros miembros del equipo realizarán sus tareas, compartirán información, admitirán errores y aceptarán un entrenamiento constructivo.