Uno de los distintivos del capitalismo moderno, la publicidad ayuda a impulsar la economía al motivar a los compradores y apoyar a los vendedores. Normalmente se usa junto con otras herramientas promocionales, como ventas personales, promoción de ventas y relaciones públicas, y es el núcleo de la estrategia de marketing para la mayoría de los bienes de consumo. La publicidad influye en las personas a través de la educación, la persuasión y la tranquilidad. También influye en la experiencia de compra, al hacer la compra más simple y ayudar a moderar los precios de los productos anunciados.
Educación
La publicidad es un medio eficaz para comunicar información sobre productos y servicios a un gran número de consumidores a la vez. Esta información desempeña un papel clave en la educación de las personas sobre las funciones y características de las diferentes marcas, como la forma en que funcionan, lo que cuestan y dónde se pueden comprar. Debido a que la información en los anuncios proviene directamente del fabricante, es más probable que los informes de segunda mano sean verificables y confiables. Esto ayuda a los compradores a elegir lo más probable para satisfacer sus necesidades y deseos.
Persuasión
Usando técnicas creativas como las comparaciones directas de marca, la publicidad puede persuadir a las personas de que un producto será mejor que otro para mejorar sus vidas o brindar los beneficios que buscan. A menudo puede motivarlos a tomar medidas inmediatas, como probar una nueva marca, canjear un cupón o solicitar más información. Al llamar la atención sobre los diferentes usos de un producto, la publicidad también alienta a las personas a comprar en mayor volumen y / o con más frecuencia de lo que lo harían.
Seguridades
Antes de que un comprador complete su compra, la publicidad puede ayudarla a confirmar que está obteniendo lo que quiere. Incluso después de que se haya realizado la transacción, la publicidad desempeña un papel al recordarle a un consumidor por qué gastó su dinero y al asegurarle que tomó la decisión correcta. Este efecto tranquilizador de la publicidad es especialmente importante cuando el producto era muy caro o la elección era arriesgada. En otras palabras, ayuda a eliminar la incomodidad psicológica comúnmente conocida como "el remordimiento del comprador".
Simplificando compras
Al reducir la necesidad de un consumidor de buscar productos o las tiendas que los almacenan, la publicidad hace que las compras sean más sencillas y más eficientes en el tiempo. Ayuda a eliminar la toma innecesaria de riesgos y facilita la toma de decisiones en el punto de compra. Especialmente en categorías de productos concurridos como bocadillos, videojuegos, pasta de dientes o champú, los consumidores confían en gran medida en la publicidad para eliminar alternativas inadecuadas y dirigirlas rápidamente a los productos más prometedores.
Precios moderados
En muchas categorías de productos, como las aerolíneas y los automóviles, la publicidad estimula la competencia directa de precios. De manera más general, reduce los costos de comercialización y distribución a través del tiempo al mantener a las personas informadas, motivándolas a comprar y fomentando las compras de alto volumen y repetición. Además, dado que un solo anuncio puede influir simultáneamente en millones de consumidores, es más rentable que las ventas personales y otras herramientas de marketing personalizadas. Con el tiempo, estas reducciones de costos ayudan a las empresas a mantener bajos los precios que cobran a los consumidores.