Si trabaja en una oficina, es probable que haya pasado algún tiempo sentado en una silla de oficina incómoda. Tener una silla de oficina bien ajustada puede ser la diferencia entre el dolor de espalda crónico y un ambiente de trabajo cómodo.
Colóquese en la silla con la espalda totalmente apoyada contra el respaldo de la silla.
Coloque sus pies planos sobre el piso con sus piernas lo más cerca posible de un ángulo de 90 grados desde el asiento de la silla.
Ajuste la altura de la silla usando la palanca ubicada debajo del asiento para que sus pies se coloquen cómodamente en el piso y su espalda quede al ras de la silla.
Bloquee la posición en su lugar tirando de la palanca situada debajo del asiento. Esto evitará que la silla se reajuste cada vez que se levante o se siente.
Consejos
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Es posible que las sillas modelo más antiguas requieran que gire el asiento para ajustar la altura. Si este es el caso, haz esto mientras estás parado frente a la silla. Cuando el asiento llegue al centro de la rodilla, la silla se ajustará correctamente.