El cuadro de mando integral es un sistema de planificación y gestión estratégica que se utiliza para alinear la visión y los objetivos estratégicos de una organización con sus actividades comerciales tácticas. Permite a los gerentes traducir la visión y la misión de la organización directamente en planes de trabajo financieros y no financieros significativos que puedan comunicarse a los empleados. Propone que la organización se vea desde cuatro perspectivas y que los gerentes: recopilen y analicen datos, desarrollen métricas y midan el desempeño en relación con estas perspectivas. La perspectiva de aprendizaje y crecimiento se ocupa de la capacitación de los empleados, la superación personal y corporativa y la cultura organizacional. La perspectiva del proceso de negocio se ocupa de los procesos de negocio de la organización. La perspectiva del cliente se ocupa de la atención al cliente y la satisfacción del cliente. Las perspectivas financieras cubren los datos financieros tradicionales.
La perspectiva de aprendizaje y crecimiento
La perspectiva de aprendizaje y crecimiento del cuadro de mando integral guía la capacitación de los empleados y el mejoramiento de la organización. Reconoce que en una organización moderna, el conocimiento es el recurso más importante. Los gerentes utilizan esta perspectiva para guiar los programas de capacitación y alinear la capacitación de los empleados con las necesidades comerciales. Se pueden establecer métricas para determinar dónde se gastarían mejor los fondos de capacitación. Esta perspectiva también abarca el desarrollo de una cultura organizacional abierta en la que los trabajadores reciben información y conocimientos cuando es necesario para ayudarles a desempeñarse de manera efectiva en sus roles.
La perspectiva del proceso de negocio
La perspectiva del proceso de negocio trata de cómo los gerentes ven los procesos de negocios de la organización. Alinea la misión de la organización con sus operaciones comerciales tácticas diarias. Los gerentes utilizan esta perspectiva para garantizar que los procesos de negocios internos cumplan con las necesidades y expectativas de los clientes de una manera efectiva y eficiente. También garantiza que las necesidades de los accionistas se equilibren con las necesidades de los clientes.
La perspectiva del cliente
La perspectiva del cliente se ocupa del desarrollo de métricas para determinar los niveles de satisfacción del cliente y analizar las necesidades del cliente. Se refiere a qué tipo de clientes tiene una organización, cuáles son las necesidades de esos clientes y cómo alinear mejor los procesos internos para satisfacer esas necesidades. Esta perspectiva se relaciona con el hecho de que los clientes insatisfechos resultarán en un declive financiero a largo plazo para el negocio, independientemente de la situación financiera actual, y coloca el enfoque del cliente en las operaciones comerciales equilibradas con el punto de vista financiero.
La perspectiva financiera
La perspectiva financiera es la visión tradicional del negocio como una empresa con fines de lucro. Se ocupa de los procesos de negocio desde un punto de vista financiero y cubre las prácticas contables del negocio. Las áreas de preocupación incluyen el rendimiento de la inversión, el flujo de efectivo, el rendimiento del capital, el precio de las acciones y los resultados financieros.