El enfoque tradicional de la construcción utiliza un proceso de tres etapas. Los arquitectos o ingenieros desarrollan un diseño completo. El dueño de la propiedad toma ofertas en el contrato de contratistas generales y adjudica el contrato a uno de los oferentes, generalmente basado en el precio más bajo. El contratista general luego avanza con la construcción real. La administración de la construcción en riesgo toma un enfoque diferente y trae un contratista para consultar en la fase de diseño.
Gestión de la construcción en riesgo
Bajo un enfoque de administración de riesgo en la construcción, el propietario o la agencia de la propiedad selecciona un contratista para consultar basándose en la experiencia previa y los honorarios del contratista, en lugar de una oferta. Este cambio de enfoque se deriva del reconocimiento de que los subcontratistas especializados desempeñan un papel importante durante la construcción, y el contratista consultor brinda a los expertos un entendimiento de cómo eso afecta a un proyecto. El contratista consultor proporciona una serie de funciones durante la fase de diseño, incluidas las revisiones de construcción, estimaciones e incluso detalles específicos del producto para ayudar a desarrollar diseños más limpios. El dueño de la propiedad y el contratista consultor se deciden por un precio fijo para el proyecto, denominado precio máximo garantizado. Una vez que se llega a un acuerdo, el contratista consultor pasa al rol de contratista general y comienza la construcción.
