La abreviatura "PYME" se refiere a pequeñas y medianas empresas. La definición técnica exacta de las PYME puede variar de un país a otro. En los Estados Unidos, la Oficina de Estándares de Tamaño de la Administración de Pequeñas Empresas establece la definición de Pequeñas y Medianas Industrias. El término "estándares de tamaño" se usa para indicar el tamaño máximo que una organización puede alcanzar y aún se considera una empresa pequeña o mediana.
Definición de PYMES
Las pautas específicas para las diferentes industrias varían. Las pautas generales son que no debe haber más de 500 empleados en el caso de las industrias manufactureras / mineras; para las empresas de comercio mayorista, este número es 100. Las industrias minoristas y de servicios no deben tener más de $ 7 millones en ingresos; Para las industrias generales y de la construcción, los ingresos anuales máximos pueden ser de $ 33.5 millones. Los contratistas especializados en comercio cuyos ingresos están por debajo de $ 14 millones califican como PYME, mientras que las industrias agrícolas no deben tener más de $ 750,000 en recibos para calificar para la etiqueta de PYME.
Baja capital, ayudas gubernamentales
Una pequeña o mediana empresa comercial no requiere una gran cantidad de capital. Además, los empresarios que desean iniciar una pequeña o mediana empresa pueden obtener asistencia financiera y apoyo de varios bancos, planes y planes gubernamentales, como los que ofrece la Administración de Pequeños Negocios de los Estados Unidos. Esta asistencia financiera puede ir desde la ayuda hasta la creación de un nuevo negocio hasta la financiación para hacer que el negocio sea más ecológico, o incluso la recuperación de un desastre natural.
Adaptabilidad a las tendencias
En virtud de su pequeño tamaño, una pequeña o mediana empresa puede adaptarse más fácilmente a las tendencias del mercado o cambiar la demanda. Una organización más grande necesitará más planificación, más aportación financiera y mayor organización. En el caso de empresas más grandes, su tamaño se convierte en una desventaja, reduciendo su flexibilidad.
Gestión simplificada
Dirigir una pequeña empresa es a menudo más simple que administrar una más grande. Una persona que dirige una pequeña empresa no tiene que delegar en varias personas; por lo tanto, es más simple para él obtener una imagen holística del negocio, y esto lo ayuda a tomar decisiones. Las pequeñas empresas tienden a ser más eficientes y productivas, porque no pueden darse el lujo de desperdiciar recursos.