Dirigir un negocio significa hacer un seguimiento y planificar los gastos. Con un buen manejo de los costos, la administración puede pronosticar presupuestos futuros. Al agregar pronósticos de ventas también puede proyectar ingresos y ganancias netas. Estos costos, incluida la publicidad, se dividen en dos categorías generales: fijos y variables
Promocionando una empresa
Un presupuesto publicitario puede incluir una amplia gama de gastos, como anuncios impresos y de difusión, campañas de marketing, folletos, catálogos y esfuerzos promocionales, como sorteos, concursos y grupos de enfoque y encuestas. Cada empresa establece un presupuesto publicitario. El monto en dólares puede variar de un trimestre o año a otro, pero representa un costo fijo.
Gastos fijos y variables
La administración presupone costos fijos, como la publicidad, y mantiene el control sobre los gastos. Las empresas saben cuánto planean gastar en publicidad durante un período determinado y pueden calcular el porcentaje de ese gasto como parte de sus costos unitarios. Los costos variables, por el contrario, pueden cambiar por muchas razones: la oferta y la demanda de los bienes de la compañía, el costo de las materias primas, los costos de transporte y las comisiones pagadas a los vendedores y distribuidores. En general, cuanto mayor es el volumen de ventas que experimenta la empresa, mayores son los gastos variables.
Gastos discrecionales
La publicidad representa un costo fijo discrecional, lo que significa que el nivel de gasto depende de la administración de la empresa y el nivel de gasto puede cambiar de un período de presupuesto a otro. Hay un proceso continuo de evaluar qué tan bien está funcionando el gasto en publicidad y cómo la publicidad está afectando las ventas. La publicidad puede dirigirse a clientes con información sobre productos, servicios y promociones específicos, o simplemente puede dar a la empresa una exposición general en el mercado.
Variaciones estacionales
Un costo fijo como la publicidad todavía puede aumentar o disminuir a lo largo del año, según la temporada, el clima, el mercado y la demanda, u otros factores. Las empresas de juguetes, por ejemplo, aumentan la publicidad en el otoño, justo antes de la temporada de vacaciones, mientras que los centros turísticos de clima cálido tendrán un presupuesto mayor para los anuncios impresos y los lugares de transmisión en el invierno. Una empresa que ve que una campaña publicitaria funciona bien puede desplegar más fondos para aprovechar un aumento de ingresos, o retirar la publicidad cuando un competidor ingresa al mercado y se necesita un cambio en la estrategia de marketing.