Cuestiones de política pública en marketing directo

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Anonim

El marketing directo es un método para generar ventas a través del contacto directo con el consumidor. Los ejemplos incluyen telemarketing, infomerciales de televisión y pedidos por correo. Las técnicas de marketing directo han extendido la forma en que las empresas interactúan con los consumidores, y existe la preocupación de que sus métodos de recopilación de datos puedan infringir la política pública. La superación de estas políticas, ya sean escritas o no escritas, puede tener un impacto negativo en la imagen de la empresa, lo que a su vez tendrá un gran impacto en sus ventas.

Problemas de privacidad

Un tema de gran preocupación entre el público relacionado con el marketing directo se refiere a la privacidad. Los vendedores por teléfono y vendedores por correo, por ejemplo, deben obtener su lista de clientes potenciales de algún lugar. Si bien caminar de puerta en puerta y buscar números de teléfono en una guía telefónica de la ciudad puede ser una forma técnicamente viable de ubicar la información del cliente, una forma más práctica de llegar a grandes cantidades de clientes es compilar bases de datos donde se almacena la información privada de los individuos. Algunas compañías incluso conservarán, intercambiarán y venderán esta información a medida que se recopila cuando las personas sin saberlo la regalan, como en las solicitudes de tarjetas de crédito. Muchos cuestionan la legalidad de esta práctica, pero estas compañías a menudo se protegen a sí mismas incluyendo una letra pequeña que les permite vender la información. Esto conduce a problemas de privacidad, así como a la preocupación por el robo de identidad.

Cuestiones de honestidad

De acuerdo con las Directrices de la Asociación de Marketing Directo para la Práctica Empresarial Ética, el tema de la honestidad acerca de una compañía y sus productos también es una preocupación importante para los consumidores. Los comercializadores directos tienen una ventaja sobre las tiendas minoristas, ya que no necesitan tener un inventario de productos a mano. Los artículos se comercializan a los consumidores, luego los pedidos se colocan y se llenan. Debido a que los consumidores no pueden tocar físicamente e inspeccionar la calidad de los artículos, existe la oportunidad de ser engañados. Algunas compañías pueden representar un artículo en un infomercial como disponible en colores brillantes, por ejemplo. Sin embargo, cuando llega el producto, es de tono opaco y mate. ¿El consumidor juzgó mal los colores en la pantalla del televisor o fue una publicidad falsa de la empresa?

Problemas de acoso

Las compañías de marketing directo a menudo usan bases de datos de información personal para encontrar clientes que a veces se pueden intercambiar o comprar. Si una lista en particular se vende a muchos grupos, hay personas en la base de datos que pueden ser contactadas repetidamente por numerosos vendedores. Con el tiempo, estas llamadas, correos o visitas pueden infringir la vida de las personas e incluso convertirse en hostigamiento.

Tácticas engañosas

Las compañías de marketing directo a menudo usarán trucos para interesar a clientes potenciales, como la promesa de ganar grandes premios o dinero en sorteos. Al ofrecer este tipo de concursos, los comercializadores directos pueden convencer a los clientes potenciales para que proporcionen información de contacto personal en las boletas, obteniendo legalmente los datos que necesitan para contactarlos en el futuro. La preocupación pública se deriva del hecho de que estos sorteos pueden en realidad no tener premios o ser ponderados injustamente a favor de un empleado de la compañía.