Una forma en que una agencia gubernamental o sin fines de lucro evalúa sus programas es observar el resultado: cuánto redujo el programa la pobreza, alimentó a los hambrientos o curó a los enfermos. Otra es mirar el proceso. La evaluación del proceso identifica las partes de un programa que funcionaron y los problemas que el programa encontró. Incluso un programa con un buen resultado puede tener procesos defectuosos.
El ambiente del programa
La evaluación del proceso se centra en el entorno en el que opera el programa. Supongamos que el propósito del programa es enseñar alfabetización a inmigrantes. La evaluación analiza la composición de la población objetivo: raza, género, edad, cultura y otros factores. Esto puede revelar si el programa podría funcionar mejor, o peor, en un entorno operativo diferente. Si el entorno del programa es único o raro, puede que no sea posible duplicar resultados exitosos.
Dando métricas
Para evaluar un proceso, una métrica de necesidades sin fines de lucro. Cuántos inmigrantes asistieron a clases de alfabetización, cuántas personas sin hogar comían en el comedor, cuántos adultos mayores recibieron asesoramiento legal gratuito. Las evaluaciones también pueden ver métricas más oscuras, como la cantidad de personas que abandonaron. Dos programas con resultados decepcionantes idénticos pueden verse diferentes una vez que comprenda los números. Un programa de tratamiento de drogas con una alta tasa de deserción puede tener problemas diferentes a los de un programa al que nunca asistió mucha gente.
Verificación de la realidad
Un programa puede verse bien en el papel, pero no tanto en el mundo real. Una de las características de las evaluaciones de procesos es que miden la diferencia entre el plan y la realidad. Esto puede incluir si el programa obtuvo mejores resultados de lo esperado, si cumplió con todos los plazos y las fechas de vencimiento, y si agotó los recursos disponibles. Si surgieron problemas inesperados, la evaluación del proyecto los identifica y los explica, y qué cambios realiza la organización sin fines de lucro para hacer frente a los problemas.
Operaciones internas
Las evaluaciones de procesos a menudo miran las operaciones internas del programa. Por ejemplo, podría preguntar al personal sin fines de lucro y a los voluntarios qué pensaron del programa y si le dieron todo su apoyo. Otras preguntas para evaluar son si el personal del programa trabajó bien juntos y si todos los involucrados se comunicaron de manera efectiva. También vale la pena evaluar si el equipo de administración sin fines de lucro ayudó o dificultó el proyecto. Si a los jugadores clave les importa, por ejemplo, quién obtiene más crédito que un resultado exitoso, eso puede paralizar el desempeño del proyecto.