El despliegue de la función de calidad es una metodología orientada al cliente que trabaja para identificar, priorizar e incorporar las necesidades del cliente en los procesos de fabricación del producto. Debido a que vincula las necesidades del usuario final en cada aspecto del diseño y desarrollo del producto, QFD también es una herramienta para tomar decisiones sobre las características y el rendimiento del producto. Sin embargo, a pesar de su utilidad, QFD tiene varias desventajas que lo hacen inadecuado para algunas empresas.
QFD requiere el entorno organizacional adecuado
De acuerdo con Fiorenzo Franceschini, autor de "Advanced Quality Function Deployment", QFD no funciona bien con las estructuras organizativas y los entornos de las divisiones o departamentos que se ven en muchas empresas grandes. Esto se debe a que un entorno QFD efectivo requiere innovación, iniciativa, trabajo en equipo e intercambio de información. Las estructuras organizativas que no proporcionan este entorno a menudo perciben los procesos de QFD como un trabajo adicional en lugar de una forma de producir productos que se adapten a las necesidades del cliente objetivo. Para obtener el entorno adecuado, es posible que una empresa deba someterse primero a una reorganización completa.
Riesgos centrados en el cliente
La QFD efectiva requiere un análisis preciso de los datos. Aunque las encuestas, los grupos focales y las encuestas son formas de obtener información directamente de los clientes, no siempre reflejan los verdaderos sentimientos de los clientes. Esto puede dificultar la creación de una verdadera relación entre las necesidades del cliente y las características y características de un producto. Además, un análisis incorrecto puede resultar en la adquisición de demasiada información, lo que a su vez hace que las tablas de decisiones sean excesivamente largas, lo que hace que la priorización de los requisitos del cliente sea mucho más difícil.
Menos adaptable a la demanda cambiante
Un sistema QFD y una forma de pensar pueden hacer que la adaptación a las cambiantes necesidades de los clientes sea más costosa, difícil y compleja. El proceso de captura, documentación e incorporación de las necesidades del cliente en los productos requiere mucho tiempo y, una vez que comienza la producción, no es fácil de cambiar. Sin embargo, debido a que las necesidades de los clientes pueden cambiar rápidamente y con poca advertencia, QFD tiene el potencial de dejar un negocio con productos que no cumplen con estos nuevos requisitos y que no pueden vender.
Enfoque limitado
QFD se enfoca únicamente en lo que una empresa debe hacer para satisfacer a sus clientes. Una desventaja importante es que ignora otros factores como el costo, la duración del ciclo de vida del producto, la estrategia a largo plazo y los objetivos de crecimiento y los recursos disponibles. Confiar demasiado en QFD a expensas de estos otros factores puede llevar potencialmente a consecuencias financieras y operativas negativas que podrían poner en riesgo al negocio.