En 1992, se formó el Comité Rey de Gobierno Corporativo en Sudáfrica con la intención de establecer recomendaciones para los más altos estándares en el gobierno corporativo con una perspectiva sudafricana. El Comité publicó su primer informe en 1994, que establecía las normas recomendadas para el consejo de administración de ciertas empresas que cotizan en bolsa. En 2002, se publicó el segundo informe de King, que actualizó el Código de prácticas y conductas corporativas. El segundo informe de King también enumeró siete características del buen gobierno corporativo.
Disciplina
La disciplina en el gobierno corporativo significa que la alta gerencia debe ser consciente y comprometida a adherirse a un comportamiento que sea universalmente reconocido como correcto y apropiado.
Transparencia
La transparencia es la medida de cuán fácil es para los extraños descubrir y analizar los fundamentos financieros y no financieros de una empresa. Las compañías deben poner esta información a disposición en comunicados de prensa oportunos y precisos para brindar a los extraños una imagen real de lo que está sucediendo dentro de la compañía.
Independencia
Para un buen gobierno corporativo, es importante que todas las decisiones se tomen objetivamente teniendo en cuenta el mejor interés de la empresa y sin ninguna influencia indebida de los grandes accionistas o de un director ejecutivo dominante. Esto requiere establecer mecanismos tales como tener una junta directiva diversificada y auditores externos para evitar cualquier posible conflicto de intereses.
Responsabilidad
Las personas que toman decisiones en una empresa deben ser responsables de sus decisiones y deben existir mecanismos para permitir una rendición de cuentas efectiva. En las empresas públicas, los inversionistas responsabilizan a las personas que dirigen a la compañía por sus acciones al realizar consultas de rutina para evaluar las acciones de la junta.
Responsabilidad
En una corporación, la responsabilidad gerencial significa que la gerencia debe ser responsable de su comportamiento y tener medios para penalizar la mala administración. También significa poner en marcha un sistema que pone a la empresa en el camino correcto cuando las cosas salen mal.
Justicia
La empresa debe ser justa y equilibrada y tener en cuenta los intereses de todas las partes interesadas de la empresa. En este sentido, los derechos de cada uno de los grupos de partes interesadas deben ser reconocidos y respetados.
Responsabilidad social
Una empresa bien administrada también debe ser ética y ser responsable con respecto a las cuestiones ambientales y de derechos humanos. Como tal, una empresa socialmente responsable sería no explotadora y no discriminatoria.