Las personas que muestran un comportamiento pasivo-agresivo están en todas partes: trabajo, escuela, iglesia, hogar. Su disposición inicial para cooperar y luego el incumplimiento subsiguiente a menudo deja a los amigos, familiares y compañeros de trabajo confundidos, molestos, ofendidos y frustrados. Los agresivos pasivos son profesionales en canalizar su propia ira, decepción y resentimiento hacia un comportamiento pasivo y no confrontativo, por lo tanto, la etiqueta de "agresivo pasivo". Hacen esto para sentirse más en control, un mecanismo de defensa, y rara vez saben que realmente lo están haciendo. Hay muchos tipos diferentes de comportamiento pasivo-agresivo. Algunos ejemplos incluyen el olvido repetido, la postergación, la incapacidad para tomar decisiones, la incapacidad para aceptar la responsabilidad y la excusa constante. Para tratar efectivamente a las personas pasivo-agresivas, primero debe identificar qué comportamientos están exhibiendo y deconstruir cada comportamiento en consecuencia.
Lidiando con el olvido repetido: Anime a la persona a ser más organizada. Regala un planificador personal como regalo para su próximo cumpleaños. Ofrézcale ayuda para preparar un libro de recordatorios o una lista de tareas pendientes para las tareas que necesita realizar. Escribir las tareas las hace reales y ayuda a la persona a reconocer su conocimiento de las tareas. Es difícil para él afirmar que olvidó cuando tiene un recordatorio escrito justo frente a él.
Lidiando con la dilación: Establezca plazos firmes para las tareas que deben realizarse. Anímelo a que planifique con anticipación utilizando un calendario para llevar un registro de los próximos plazos y las fechas de finalización requeridas. Divida las tareas grandes en tareas más pequeñas y exija que complete cada tarea pequeña dentro de un cierto período de tiempo. Esto crea un horario artificial para él y lo impulsa a comenzar a trabajar más temprano que tarde.
Lidiando con la incapacidad de tomar decisiones: Dale una opción. Si es posible, ofrezca varias opciones cuando le pida que tome una decisión. La capacidad de tomar su propia decisión lo capacitará y hará que la toma de decisiones sea más fácil y más satisfactoria. Este método funciona especialmente bien con los niños.
Lidiando con la incapacidad de aceptar la responsabilidad: hágalo responsable. No aceptes excusas. No dejes que las cosas se deslicen solo porque así es más fácil. Eso es exactamente lo que la persona pasivo-agresiva espera que hagas. Piensa que si hace un mal trabajo, nadie le pedirá que vuelva a hacer algo importante. Haz que cumpla con sus obligaciones sin ningún margen de compromiso. Retén las recompensas cuando no se cumplan los objetivos. Expresa una sincera decepción cuando no demuestra responsabilidad por sus incapacidades. Esto lo hará consciente de que tiene un problema y necesita intensificarlo o insultarlo tanto que podría seguir adelante y convertirse en el problema de otra persona.
Tratar con excusas constantes: todos hacen excusas de vez en cuando. Es natural racionalizar y culpar a otras personas o factores por el fracaso. El problema es que las personas pasivo-agresivas usan excusas para explicarlo todo. No hacen excusas ocasionales por un mal desempeño o errores, siempre están culpando a otros o situaciones por sus fallas o defectos. Simplemente nunca es su culpa. Ponga fin a la constante búsqueda de excusas con una simple declaración: "No me interesan las excusas; me interesan los resultados". Una vez que la persona pasivo-agresiva se entera de que las excusas no vuelan contigo, verás una de estas dos cosas: su rendimiento mejorará, o simplemente intentará evitarte por completo.