Las ventas directas ofrecen a los empresarios flexibilidad al obtener ingresos. El vendedor directo determina cuánto o qué poco trabajar y establece metas personales de ventas basadas en esas horas. Como contratistas independientes, los vendedores directos están obligados a pagar impuestos sobre sus ingresos. Aquí hay algunos consejos para minimizar su factura de impuestos sobre la renta como vendedor directo.
Gastos de inicio
Puede deducir los gastos de inicio el primer año de actividad o capitalizar esos gastos y deducir una parte cada año. Si espera mayores ventas en los próximos años, la capitalización de los gastos de inicio le permitirá recibir una deducción fiscal parcial durante varios años. Si desea reducir el ingreso sujeto a impuestos para el primer año, debe deducir los gastos de inicio ese año. Los gastos de inicio incluyen la investigación de varios negocios de venta directa, gastos de capacitación y la compra de un kit de inicio, y se pueden deducir del 100 por ciento hasta $ 5,000. Debe adjuntar una declaración de intenciones a su declaración de impuestos.
Los gastos de viaje
Los vendedores directos exhiben sus productos en fiestas en el hogar y espectáculos de proveedores. Muchos de sus proveedores también realizan conferencias periódicas que ofrecen capacitación sobre nuevos productos, técnicas de venta y mercadeo comercial. Viajar a estos eventos a menudo conlleva transporte, alojamiento, comidas y otros gastos. Estos costos pueden ser deducidos en su declaración de impuestos. Mantenga registros de cada viaje relacionado con el negocio, incluido el kilometraje del vehículo, los recibos y un diario para las transacciones en efectivo. Tome notas en estos registros que indiquen la fecha y el propósito de cada fecha de viaje.
Oficina en casa
Si mantiene espacio en su residencia con el fin de administrar su negocio, generalmente puede deducir los costos asociados con ese espacio de su impuesto sobre la renta.La deducción permitida es la relación entre la cantidad de pies cuadrados de la oficina y la cantidad total de pies cuadrados de la vivienda, aplicada a los intereses hipotecarios, impuestos a la propiedad, seguros, reparaciones y depreciación, así como a los servicios públicos. Por lo tanto, si su residencia es de 2,000 pies cuadrados y utiliza una sala de 200 pies cuadrados exclusivamente como oficina en el hogar, puede deducir el 10 por ciento de esos gastos de sus impuestos anuales sobre los ingresos. La clave para determinar si califica para la deducción de la oficina en el hogar es que la sala o el espacio deben utilizarse exclusivamente para realizar negocios.