El cincuenta por ciento de la producción de electricidad en los Estados Unidos proviene de la quema de carbón. Esto es a menudo una idea de último momento para la mayoría de las personas, que simplemente quieren que sus luces funcionen cuando las enciendan. Convencer a otros para ahorrar energía puede ser una tarea desalentadora si no puede expresar la importancia de hacerlo. Sin embargo, persuadir a la gente para que ahorre energía se traducirá en grandes dividendos para sus propias generaciones y para las futuras.
Aumentar la conciencia ambiental
La mayoría de las personas se preocupan por su futuro y el futuro de sus hijos. Dicho esto, puede que no siempre les quede claro lo que está en juego con su consumo de energía. Apagar las luces cuando no está en la habitación o hacer el cambio a bombillas más eficientes desde el punto de vista energético, por ejemplo, puede que no se enganche con las personas que simplemente no ven el efecto negativo del desperdicio de energía.
Cuando este es el caso, simplemente hacer que las personas sean conscientes del costo ambiental de sus acciones puede ser un despertar impactante. Por ejemplo, muchas personas que viven en West Virginia están viendo cómo cambia su paisaje debido a la minería del carbón. Las montañas que contienen carbón a veces se demuelen completamente debido a la minería de superficie, la forma en que se extrae el carbón. Informar a las personas sobre casos como estos es fundamental para ayudar a las personas a darse cuenta del impacto de su consumo de energía.
Personalice el problema y los beneficios
Incluso cuando le dice a la gente cómo la extracción y el uso de la energía está afectando el medio ambiente, puede que esto no sea suficiente para que puedan hacer un cambio. La mayoría de las personas tienen que ver cómo las situaciones las afectan personalmente antes de que se interesen o actúen a favor de su causa.
Decirle a la gente cuánto dinero ahorrarán puede ayudar a que aquellos que están más interesados en las ganancias personales a bordo. Usar bombillas fluorescentes en lugar de bombillas incandescentes ayudará a reducir el consumo de energía y, por lo tanto, reducirá los costos de las facturas personales. Algunos pueden oponerse al uso de bombillas de bajo consumo, porque a menudo cuestan más, gracias a su baja demanda. Mostrar a la gente lo rápido que recuperarán su dinero con el tiempo y cuánto ahorrarán a largo plazo puede ser un motivador gigantesco para reducir personalmente el desperdicio de energía.
Proporcionar incentivo
Hacer un poco de trabajo duro para otros también puede ser rentable cuando se quiere convencerlos de ahorrar energía. Indicarles dónde se pueden encontrar los materiales más económicos para ahorrar energía o encontrar cupones en los artículos puede ayudar a garantizar que las personas hagan más que simplemente escuchar sus súplicas. Esto también ayudará a presentar una solución para aquellos que ofrecerán excusas de que es demasiado difícil ahorrar energía personalmente.