Comenzar un ministerio propio es una forma creativa de tomar sus talentos y los de otros y usarlos para alcanzar, influenciar y afectar a otras personas. Una forma única de hacerlo es a través de un ministerio mimo, donde el objetivo es comunicar artísticamente la Biblia y el Evangelio al público a través de movimientos corporales y faciales exagerados y movimientos manuales. Antes de salir y comenzar a imitar, debe considerar algunas de las logísticas necesarias involucradas con el comienzo de un ministerio mimo.
Obtener apoyo. Cuando comienzas un ministerio, obtener el apoyo y el respaldo de una iglesia local te ayudará a despegar y permanecer allí más rápido y más fácil que si lo haces solo. Diríjase a los líderes de su iglesia u otra iglesia en el área en la que planea hacer el ministerio. Establezca las metas de su ministerio ante los líderes y solicite apoyo financiero y espiritual a través de oraciones.
Crea un equipo. La cantidad de personas que conforman su ministerio de mimo variará según el tipo de actuaciones que planee hacer. Los miembros del equipo deben estar familiarizados con la forma de mimar o muy dispuestos y ansiosos por aprender. Debes tener al menos algunos mimos profesionales o practicados en tu equipo que saben lo que están haciendo y pueden ayudar a otros a aprender.
Determine su audiencia. Como un ministerio mimo, estarás actuando frente a una audiencia, por lo que debes determinar quién será ese para reducir el tipo de música y las rutinas que realizarás. Algunas opciones incluyen niños, congregaciones de la iglesia o simplemente círculos de arte ecléctico y el público en general fuera de la comunidad de la iglesia.
Elige una rutina. Determine lo que va a hacer mimo. Muchos ministerios de mimo eligen mimo junto con música de alabanza y adoración.
Práctica. Separe los horarios específicos de cada semana, como los fines de semana o los fines de semana, para practicar sus actuaciones de mimo. Esto asegurará que aquellos que nunca lo han hecho antes tengan suficiente tiempo para aprender y perfeccionar la rutina.
¡Mímica! Planee salir y hacer mímica para su público objetivo al menos dos veces al mes. Anuncie sus próximas presentaciones a nivel local al repartir folletos o dejarlos en cafés y bibliotecas locales. Pídale a su iglesia de apoyo que destaque su ministerio en el boletín de la iglesia, en el sitio web de la iglesia o mediante los anuncios al comienzo de cada servicio.