Estrategia orientada a la acción

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Anonim

Las empresas líderes tienden a adoptar un enfoque estratégico para aumentar sus ventas, atraer a más clientes y triunfar sobre sus rivales. Al hacerlo, crean un entorno laboral propicio para la rentabilidad a largo plazo. Todas las organizaciones, incluidas organizaciones sin fines de lucro y agencias gubernamentales, formulan estrategias orientadas a la acción para permanecer solventes y mejorar la forma en que administran sus operaciones.

Definición

Una estrategia orientada a la acción se refiere a cómo una empresa presenta un plan de acción basado en pasos específicos para que la implementación sea un éxito. En las economías modernas, las estrategias corporativas generalmente están orientadas a la acción y son impulsadas por resultados porque la implementación es una parte importante, si no la más esencial, de una estrategia. Sin la implementación, el plan seguiría siendo una pieza ineficaz y obsoleta de la política corporativa. Para hacer que la ejecución de la estrategia sea un éxito, una empresa puede depender de un modelo tradicional de crecimiento impulsado por la inversión que abarque aspectos como la evaluación financiera corporativa, el análisis de condiciones externas y las compras de activos a largo plazo.

Pertinencia

La formulación de una estrategia orientada a la acción le permite a una empresa pedir ayuda a prestamistas e inversionistas mientras se mantiene la soberanía corporativa. Al trazar y ejecutar un plan de acción sólido, la empresa toma medidas para mejorar su estabilidad financiera, una marca de solvencia que generalmente evita las ofertas de adquisición de los competidores. El objetivo aquí es ser financieramente fuerte para resistir los planes de los rivales de ganar participación de mercado y sacar a la empresa del negocio. La importancia de la estrategia corporativa generalmente requiere la retroalimentación de los niveles más altos de una empresa, y un debate sólido a menudo se basa en cuestiones clave, como el cumplimiento normativo, el crecimiento de las ventas, la innovación, la reputación corporativa y la gestión financiera.

Implicaciones tácticas

Crear una estrategia orientada a la acción tiene implicaciones tácticas, para que el plan no resuelva los problemas complejos y multifacéticos que enfrenta una empresa. Las tácticas se ocupan de la implementación diaria de una estrategia orientada a la acción, mientras que el plan simplemente proporciona orientación sobre qué hacer, cuándo hacerlo y cómo garantizar el éxito. Para implementar de manera efectiva una estrategia de negocios, los jefes de departamento y los jefes de segmento observan detenidamente los procesos importantes y realizan inversiones significativas en flujos de trabajo clave. Estos incluyen la contratación, capacitación y retención de los mejores talentos; invertir en sectores de mercado estratégicos a largo plazo; evaluar oportunidades para fusiones y adquisiciones; y reportar datos de desempeño de acuerdo con las normas regulatorias.

Beneficios

Quizás el beneficio más importante de una estrategia sólida orientada a la acción es el hecho de que aumenta la ventaja competitiva de una empresa y fortalece sus capacidades operativas. El plan le permite a la empresa identificar mecanismos ineficaces y abordar adecuadamente las ineficiencias persistentes que pueden producir pérdidas en el futuro. Una ventaja competitiva es una ventaja que una empresa tiene sobre sus rivales y que le permite mejorar las ventas y ganar participación de mercado, incluso cuando la economía es mala. Los ejemplos de ventajas competitivas incluyen la red de distribución, la estructura de costos y las ofertas de productos o servicios.