Para ser competitivos en los negocios, las empresas pueden necesitar contratar líderes eficaces. Los estilos de liderazgo son influyentes en la forma en que los empleados ven sus roles en la organización y pueden afectar su productividad. Dado que no todas las compañías son iguales, los líderes pueden ser contratados de acuerdo con la cultura organizacional particular (valores, creencias, comportamientos) y si el enfoque principal es la productividad o la construcción de relaciones con los empleados. En cualquier caso, la contratación de los líderes correctos que sean compatibles con la organización puede ser fundamental para el éxito del negocio.
El lider autocratico
El líder autocrático (también conocido como autoritario) tiene autoridad completa para tomar decisiones y decirles a los subordinados qué hacer. Los empleados pueden tener pocas oportunidades de ofrecer ideas o sugerencias con este estilo. Este estilo puede motivarse por temor, como amenazas de pérdida de empleo o motivado por la lealtad de los empleados a un líder en particular. Este estilo es muy dominante y desalienta la creatividad independiente. Puede funcionar mejor en una situación en la que la productividad es lo más preocupante (consulte la Referencia 1).
El lider demócrata
El líder democrático (también conocido como líder participativo) busca consejo y asistencia para tomar decisiones de los subordinados. Los líderes demócratas pueden reconocer los talentos y habilidades de los empleados y utilizarlos para el bien de la compañía. Este estilo puede ser más popular entre los empleados que desean ser reconocidos por sus ideas y habilidades específicas. El líder democrático puede, sin embargo, tomar la decisión final. Este estilo puede funcionar mejor cuando las relaciones con las personas son una preocupación primordial (consulte la Referencia 2).
El líder de Laizzez-Faire
Laizzez-faire es un término en francés para "permitir hacer". Este estilo de liderazgo proporciona a los empleados la libertad de hacer el trabajo a su manera con poco monitoreo o control. Una preocupación importante con este estilo de liderazgo es que la falta de dirección u orientación podría llevar a un desempeño deficiente si los empleados carecen de confianza y no se motivan a sí mismos. Este estilo puede funcionar mejor con equipos de empleados altamente capacitados (ver Referencia 3).
