El liderazgo carismático es un modelo utilizado por académicos y expertos en liderazgo organizacional para determinar qué rasgos, comportamientos y actividades ayudan a inspirar y motivar el cambio en la fuerza laboral de una empresa. Quienes estudian el tema han desarrollado muchos paradigmas y teorías para ayudar a informar y educar a los líderes empresariales sobre las herramientas y los enfoques de gestión más efectivos. Esas teorías incluyen marcos basados en la autoevaluación, atribuciones de otros y liderazgo transformacional.
Definición y rasgos del liderazgo carismático.
La etimología ayuda a entender y definir al "carismático". La palabra "carisma" está arraigada en la antigua palabra griega "kharisma", que significa "favor o don divino". Ha llegado a referirse a un conjunto específico de rasgos personales que tienen efectos profundos en otros individuos.
El liderazgo carismático se centra en la capacidad de encantar y persuadir. Cuando un líder empresarial, político u organizativo es capaz de inspirar y desencadenar respuestas emocionales en los seguidores, se dice que ese líder es carismático. El verdadero liderazgo carismático evoca genuinos cambios emocionales en los demás.
El liderazgo carismático no es simplemente la capacidad de emocionar a una audiencia. También incluye la capacidad de motivar y persuadir a los seguidores a comprometerse con una meta y actuar como parte de un esfuerzo grupal. Los líderes carismáticos demuestran sinceridad en el compromiso con una causa (por ejemplo, un objetivo comercial). También muestran buena disposición para asumir riesgos razonables o sacrificar su propia comodidad para lograr el objetivo. Esto, a su vez, a menudo inspira a los oyentes y seguidores a hacer lo mismo en un esfuerzo por asumir los rasgos y cualidades del líder por sí mismos.
Los expertos modernos generalmente identifican cinco características del jefe carismático:
- Confianza: Los líderes carismáticos exudan un sentido de fe tranquilo y fuerte en sus habilidades, experiencia y habilidades.
- Comunicación: La clave de la persuasión carismática reside en las habilidades de comunicación del líder, incluida la capacidad de escuchar de manera proactiva.
- Atención: Los líderes carismáticos pueden enfocarse con precisión como un láser en los objetivos, nunca permitiendo que las distracciones echen raíces o los desvíen del rumbo.
- Creatividad: Los líderes carismáticos generalmente exhiben un mayor grado de creatividad e ingenio en el trabajo, aportando nuevas ideas y sugerencias.
- Visión: Finalmente, los líderes con carisma son capaces de tener una gran creatividad, apuntando a metas inspiradoras y desafiantes que ayudan a inspirar a otros.
Desarrollo temprano de la teoría del liderazgo carismático
Si bien las ideas detrás del liderazgo carismático han existido durante un siglo o más, la teoría del liderazgo carismático moderno comenzó en la década de 1970 con un enfoque académico en la autoevaluación de un líder. En otras palabras, se pidió a los líderes individuales que evaluaran sus propios rasgos y comportamientos personales que se creía que formaban parte del carisma. Así, por ejemplo, se identificaron líderes que creían que compartían ciertos rasgos en común, como la confianza o habilidades de comunicación superiores a la media. Estos rasgos se convirtieron en parte del perfil del líder carismático.
Esta teoría se refinó aún más en las próximas dos décadas para enfocarse en el efecto de tales líderes en sus seguidores o miembros de equipo. Cuando los grupos de individuos respondieron con una impresión emocionalmente positiva a la opinión de un líder y se sintieron motivados para perseguir los objetivos del líder e incluso emular su comportamiento, se consideró que el líder era carismático.
Teoría del liderazgo carismático atributivo
Otro paradigma para evaluar el liderazgo carismático también se centró en los rasgos, cualidades y comportamientos, pero desde el punto de vista de los demás. Las cualidades de liderazgo carismático se evaluaron en función de cómo los seguidores asignaban ciertos atributos a líderes persuasivos, inspiradores o carismáticos.
Se identificó que los líderes carismáticos utilizaban habilidades interpersonales como la identificación social y personal, la construcción de relaciones y la internalización de valores comunes para desarrollar conexiones emocionalmente resonantes con sus seguidores. Sin embargo, esta teoría se centra en lo que el seguidor cree acerca del líder en lugar de cómo se comporta el líder con el seguidor. En esencia, opera desde el principio de que el liderazgo carismático existe cuando un seguidor dice que existe.
El desarrollo de la teoría del liderazgo transformacional
Quizás el mayor desarrollo en el estudio del liderazgo carismático es la teoría del liderazgo transformacional. Puede ser el aspecto más estudiado del liderazgo en los académicos modernos.
Sus orígenes se encuentran en el trabajo del científico político James MacGregor Burns, quien estableció un paradigma o marco para ver el liderazgo desde una perspectiva transformadora al contrastarlo con lo que denominó "liderazgo transaccional". Este tipo de liderazgo se enfoca únicamente en un intercambio, al igual que la compra de un consumidor, donde un comprador intercambia dinero por un producto. Esta forma de liderazgo nunca trasciende la transacción específica, creía Burns.
Por otro lado, el liderazgo transformador involucró una relación nutrida en la que tanto el líder como el seguidor se alimentan mutuamente y ayudan a inspirar el cambio mutuo. A través de esta relación en continuo crecimiento, las partes esencialmente cambian las normas morales de comportamiento. El líder comienza un ciclo continuo de cambio en el que la organización misma se transforma en última instancia.
Ventajas y desventajas del liderazgo carismático
Los líderes carismáticos pueden aportar ventajas poderosas a cualquier organización o empresa. El Dr. Martin Luther King, Jr. es un ejemplo reciente de un líder carismático persuasivo dedicado a producir un cambio social positivo.
Sin embargo, el carisma también puede ser usado como un arma para el mal. Adolf Hitler es un excelente ejemplo de un líder carismático capaz de persuadir a otros para que se comprometan con sus planes de destrucción y genocidio. Su capacidad para persuadir a otros a realizar actos grotescos de violencia es un testimonio del poder del carisma tanto como evidencia de los peligros del liderazgo carismático.
Sin embargo, las desventajas del carisma no son necesariamente tan inmorales o destructivas. Con suficiente tiempo, cualquier líder carismático puede deslizarse hacia cambios de comportamiento negativos, según algunos expertos. Dichos líderes pueden llegar a creer en su propia prensa y resistir cualquier crítica, sin importar cuán constructivamente se expresen u ofrezcan. Si esta tendencia no se controla, los seguidores comenzarán a censurarse a sí mismos, mientras que los trabajadores leales y sin cuestionamientos son absorbidos por el círculo interno del líder. En última instancia, la organización se vuelve apática, indecisa y apática.