Uno de los desafíos de ser gerente, supervisor o propietario de un negocio es garantizar que sus empleados sigan motivados. La buena paga y los beneficios hacen mucho, pero a veces se requiere más. Un sentido compartido de propósito y reconocimiento de un trabajo bien hecho son algunas de las experiencias que pueden transformar una mera serie de tareas en un empleo significativo o incluso en una carrera.
Identifique las recompensas valoradas por los individuos así como colectivamente por el personal. Una persona puede valorar el reconocimiento, mientras que otra responde solo a incentivos monetarios.
Utilice sólo enfoques positivos. Aplauda el esfuerzo, la fiabilidad y la longevidad. Evita las críticas que derriben en lugar de acumularse. El rol de supervisor no transmite el derecho de menospreciar o hablar sarcásticamente a un subordinado.
Liderar en lugar de empujar. Sea parte de la solución en lugar de simplemente señalar un problema.
Hablar en primera persona en plural. "Nosotros" y "nosotros" sugieren que usted y otros miembros de su personal forman un equipo. "Yo" y "tú" crean un muro entre tú y los demás.
Escucha. Permanezca abierto a las ideas y sugerencias de los miembros del personal.
Evita la microgestión, que es irritante y crea resentimiento.
Mostrar interés sin ser intrusivo. Reconozca los cumpleaños y reconozca la longevidad, marcando las fechas de empleo del aniversario.
Defina sus expectativas recompense a los empleados por cumplirlos o sobrepasarlos.
Crea un calendario de evaluaciones y apégate a él. Realice revisiones de trabajo de manera oportuna y ejecute aumentos salariales en consecuencia.