La confidencialidad es importante en una amplia variedad de circunstancias. Mucha información es sensible; por ejemplo, las decisiones comerciales pueden verse comprometidas si demasiadas personas conocen sus datos específicos o pueden obtener una ventaja en las negociaciones. En un nivel más privado, los pacientes merecen guardar su información personal para sí mismos.
Privacidad personal
La información de consejería, información médica y cualquier otra información que se relacione con sus problemas personales generalmente es confidencial. Esto se debe a que las personas pueden sacar conclusiones injustas o avergonzarlo con esta información. Al mantener la confidencialidad, los médicos, asesores y otros titulares de información confidencial se aseguran de que su negocio personal se mantenga de esa manera.
Productos y Procesos
Las empresas a menudo obtienen una ventaja sobre otras al crear nuevos productos o al crear nuevos procesos. Si otras compañías se enteran de los detalles de estos productos o procesos, esto puede socavar su efectividad. Por lo tanto, la confidencialidad a menudo se emplea en las etapas de planificación de estos productos y procesos con el fin de evitar que otras compañías se enteren de ellos y los roben o les minen.
Derechos de patente
Si alguien inventa algo, puede patentarlo, lo que lo hace exclusivamente suyo. Esto significa que es ilegal que otras personas ganen dinero con el mismo invento. Sin embargo, si un inventor divulga públicamente los detalles de su invención antes de obtener una patente, entonces a menudo pierde efectivamente sus derechos sobre una patente. Después de todo, si estos detalles se divulgan públicamente, entonces no hay forma de que una sola persona demuestre que él era el cerebro detrás de eso y, por lo tanto, merecía una patente.
Asentamientos Legales
Los casos civiles a menudo involucran información sensible. Esta información puede ser perjudicial tanto para el demandante como para el demandado si va a juicio, razón por la cual la confidencialidad se utiliza a menudo en los acuerdos. Esto permite que ambas partes negocien con franqueza sin temor a represalias públicas por los términos específicos de la negociación. El demandante puede recibir la compensación que merece, mientras que el demandado puede pagar sin el precio mucho más alto de las malas relaciones públicas. Si estas negociaciones no fueran confidenciales, no habría ningún ímpetu para que los acusados se resuelvan, y los casos no irán a la corte tan rápido.