Six Sigma es un proceso de control de calidad estadístico que apunta a una tasa de defectos cercana a cero de 3,4 defectos por millón de oportunidades. Tiene cinco pasos de implementación: definir, medir, analizar, mejorar y controlar (DMAIC). Las oportunidades de defecto se definen primero. Luego se mide y analiza la tasa de defectos. Se mejoran los procesos para reducir la tasa de defectos. Estas mejoras son sostenidas, verificadas y controladas en el paso final. La implementación efectiva de Six Sigma depende del liderazgo, la selección de proyectos, la infraestructura y la gestión del cambio.
Liderazgo
El liderazgo de la alta gerencia garantiza que los recursos de tiempo, dinero y personal necesarios para una implementación exitosa de Six Sigma estén disponibles. El compromiso de la administración también facilita la reestructuración y el cambio cultural necesarios para incorporar la calidad en cada paso del proceso.
Selección de proyectos
La implementación de Six Sigma es efectiva cuando se seleccionan proyectos alineados con los objetivos estratégicos de una empresa. El tamaño del proyecto también es un factor importante: el proyecto seleccionado debe ser lo suficientemente grande como para tener un impacto medible, especialmente en el margen de beneficio, pero lo suficientemente pequeño como para ser manejable. El proyecto seleccionado también debe encajar con el enfoque DMAIC de Six Sigma, lo que significa que debe tener defectos que puedan medirse, analizarse y reducirse.
Infraestructura
Se necesita una infraestructura de recursos humanos bien capacitada para la implementación exitosa de Six Sigma. Un grupo o departamento separado, compuesto por miembros de varias unidades de negocios, debe ser responsable de coordinar todas las actividades de Six Sigma en una organización. Este grupo debe incluir Campeones, generalmente gerentes de alto nivel, que entienden los principios de Six Sigma y sirven como guías para los practicantes; Black Belts, con una amplia capacitación en los aspectos técnicos de Six Sigma, que actúan como maestros y mentores; Green Belts, que generalmente son líderes de proyectos con roles de Seis Sigma a tiempo parcial; analistas financieros, que cuantifican los resultados finales; y consultores externos, que brindan pericia técnica y servicios de capacitación.
La implementación efectiva de Six Sigma también requiere una infraestructura de TI para ayudar en la toma de decisiones. Debería respaldar el proceso de recopilación de datos, ayudar en la comunicación y el intercambio de datos en toda la organización, y proporcionar una interfaz de fácil acceso para todos los proyectos Six Sigma actuales y completos con el fin de promover el aprendizaje organizativo.
Gestión del cambio
La implementación exitosa de Six Sigma requiere un cambio fundamental en la cultura. Al igual que con todas las iniciativas de gestión del cambio, habrá resistencia organizativa. Algunos empleados tendrán dificultades para comprender los conceptos estadísticos en los que se basa Six Sigma; requerirán capacitación técnica. Algunos pueden resistirse basándose en la historia pasada de que las iniciativas de mejora de la calidad han fallado, mientras que otros lo descartarán como la última moda de gestión. El liderazgo de la gerencia desempeñará un papel importante en la comunicación de la importancia de las iniciativas Six Sigma a los objetivos estratégicos de la organización.