Mantener una economía sólida es un objetivo político importante que brinda a todos oportunidades de empleo y un buen nivel de vida. El gasto del consumidor es la fuerza impulsora en la economía de los Estados Unidos, que representa aproximadamente el 70 por ciento del producto interno bruto. Si los ahorros disminuyen ese gasto, se crea una fuga en el sistema al desviar el dinero del consumo.
Dinero, recursos y productos se mueven en movimientos circulares
El modelo que mejor explica cómo el ahorro es una fuga en la economía es el modelo de flujo circular. En su forma más simple tiene dos sectores: hogares y empresas. El sector de los hogares vende sus recursos al sector empresarial y recibe ingresos a cambio. Con la mano de obra y otros recursos que recibe del sector doméstico, el sector empresarial produce bienes y servicios, que vende al sector doméstico. En este modelo, el dinero fluye en una dirección, mientras que los recursos y los productos fluyen en la dirección opuesta.
Lo que se fuga debe ser inyectado nuevamente
Mientras todos en el modelo gasten todo el dinero que reciben en ingresos, el sector empresarial tiene suficiente para contratar empleados y comprar recursos. Pero cuando los hogares deciden ahorrar parte de sus ingresos, reducen sus compras de bienes y servicios a medida que ponen dinero en cuentas bancarias, fondos mutuos y otros instrumentos de ahorro. Con ese dinero que sale del flujo circular, las empresas carecen del efectivo para contratar y comprar recursos, lo que podría llevar al desempleo y la recesión sin una manera de introducir el dinero nuevamente en el sistema. La solución a este dilema es agregar un sector financiero. El sector financiero toma los ahorros y los presta a las empresas, y al hacerlo, inyecta nuevamente el dinero filtrado en el sistema.